Será la séptima edición del evento y la última de la década, así que debemos esperarlo todo, nos aseguró, en entrevista, Antonio Vilches, una de las mentes creativas detrás de este evento, horas antes de lanzarse al puerto guerrerense.
Nos urge Trópico y Acapulco ya nos espera
“Los festivales son como en Alcohólicos Anónimos; es uno a la vez, así que podemos decir la que la emoción de esta edición es distinta y única respecto a la de los demás, porque cada uno tiene sus cosas y momentos especiales”, reiteró Toño, quien asegura que los asistentes de este año la pasarán tan bien como en los años anteriores.
Los preparativos empezaron justo después de finalizar la edición 2018, en diciembre pasado, cuando el equipo de mentes creativas detrás de este festival echó a andar la maquinaria para reunir un cartel de DJs y bandas de primer nivel como The Rapture, quienes regresan después de una prolongada pausa, además de Seth Troxler, Deerhunter y Digable Planets y muchos más.
Todo, dice Toño, con el fin de sorprender al público con tres días de música continua en un evento al que define como una fiesta entre amigos, pues no tiene el número masivo de invitados que caracteriza a los festivales convencionales.
Enfatiza también en que el festival gira en torno a las experiencias, como las realizadas con marcas como H&M, que desde hace años tiene presencia en el evento como partner. “Esta alianza trae este año un proyecto de sustentabilidad para la playa, por lo que es también un festival con conciencia”, asegura.
Arrancando este viernes 6 de diciembre, Trópico 2019 se prepara para consolidarse como el “verdadero Año Nuevo acapulqueño”, como muchos, sobre todo las nuevas generaciones, lo empiezan a nombrar. “Este es un festejo con amigos y fiesta en la playa, así que podemos decir que el verdadero festejo de fin de año en el puerto ya no es el 31 sino en nuestro fin de semana de música y diversión”, nos contó Toño, quien asegura que el público mexicano es cada vez más exigente.
Sin embargo, reconoce, este es un evento con perfil un tanto distinto, en donde la comunidad de Archipiélago ha puesto su sello distintivo. “No se trata de ser elitistas sino de convocar gente que conecte con gente, así de simple. Los asistentes de Trópico tienen sus gustos musicales y su estilo de vida definido, pero no somos un festival mirrey, sino uno muy sofisticado en un sentido cultural que ha formado ya un círculo social”, finaliza Antonio.