La Bahía Soliman es uno de los secretos mejor guardados del estado de Quintana Roo, ya que durante la crisis del sargazo que afectó a gran parte de la zona turística de la Riviera Maya, este fue de los pocos lugares que estuvieron libre de dicha alga. Sin embargo, existe todavía algo más extraordinario que eso, Jashita Tulum Boutique Hotel, el cual es un edén en medio del paraíso por su privacidad, su belleza natural, comodidad y exclusividad.
El rinconcito de Tulum que no debes dejar de conocer
Sin perder las costumbres de la zona, un chamán recibe a todo aquel que busca encontrar la relajación y un fragmento de felicidad en Jashita, quien, con una sahumada de copal, explica la importancia de pedir permiso a las energías que custodian la Riviera Maya para pisar la arena, entrar al mar y disfrutar de los beneficios nativos del lugar.
La joya de Jashita es el restaurante Pandano, el cual se ubica frente a la bahía y es dirigido por el chef mexicano Antonio Sierra, encargado de deleitar a los huéspedes con platos de cocina italiana, mexicana e internacional. Una de las recomendaciones son las tostadas de atún y camarón que te refrescaran por el intenso calor, mientras que la ensalada de pulpo te abrirá apetito para continuar con los ravioli con langosta que cautivaran hasta los paladares más exigentes y, para el postre un fondant de chocolate con helado de vainilla.
Con nueve años dentro de los lugares excepcionales en el caribe mexicano, Jashita tiene pleno cuidado en los detalles del hotel y las habitaciones, su estilo mediterráneo es compuesto por piezas traídas directamente de Marruecos y la decoración tiene artículos espirituales del budismo. Si sientes que todavía te falta más relajación, el Spa con vista al mar te hace completar una experiencia única.