La gastronomía del mes patrio, más allá del chile en nogada

Y como la gastronomía nacional es además de variada, patrimonio de la humanidad, no nos podemos limitar al guacamole, los nachos y los chiles en nogada, como lo afirman los chefs y cocineros del restaurante STK, quienes crearon un menú especial para celebrar el mes patrio.

Nos lanzamos a este steakhouse ubicado en Polanco para disfrutar de su propuesta para el mes de septiembre, en el que los sabores, ingredientes y bebidas mexicanas son los protagonistas de su cocina y son llevados hasta la mesa para deleite de los comensales, al igual que en ciudades como Nueva York, Orlando, Chicago, LA, Las Vegas, Toronto, Londres, Dubai y Milán, entre otras.

Tuvimos la oportunidad de probar seis platillos y cuatro drinks especiales directos de la mixología del lugar. Las creaciones de Víctor Rangel, chef ejecutivo, y César Luciano, chef corporativo, fusionaron a la perfección la esencia de un steakhouse, con los sabores de nuestro país.

Deleitamos el paladar con el típico pan de la casa, que aunque no lo crean, fue uno de los ingredientes favoritos de todo el menú, pues tiene un toque de mantequilla blue cheese, que hace que tus expectativas por los platillos que están por venir, sean mayores.

Como entrada nos sirvieron el pulpo tikin xic acompañado de un puré de plátano macho y adobo tikin xic, que nos trasladó a la Riviera Maya desde el primer bocado. Como segundo plato probamos el aguachile de res, que consiste en finas láminas de filete de res, trocitos de manzana verde y cítricos, con un cremoso de aguacate. La típica salsita picosa de este platillo sinaloense se fusionó perfecto con la carne roja como si se tratara de mariscos.

El plato fuerte fue lo más inesperado; lechón prensado con mole negro inspirado en Oaxaca, y como guarnición, esquites tiernos, lo que describimos como un recorrido por el sureste del país.

Pero como estábamos en un lugar especializado en carnes, no podíamos dejar de probar un buen corte, por lo que nos llevaron un rib eye prime y un short rib que acompañamos con el negrito, un corajito hecho a base de campari y mezcal joven. También probamos malverde, una mezcla de aguacate macerado, jugo de piña y mezcal.

El María bonita, dicen, es el ideal para quitar la cruda, ya que está compuesto por jugo de tomate tatemado, tequila, cerveza y un mix de salsas, que contrasta con la jamayaba, un drink fresco, perfecto para empezar la tarde, creado a base de Jamaica, guayaba y mezcal.

El dulce final quedó a cargo de los churros de la casa, servidos con un dip de chocolate y menta, ideales para hacer digestión después de un festín de comida mexicana.