Fue una experiencia increíble, un viaje lleno de sorpresas y aprendizajes en donde nos volvimos parte de la familia Chobani, aprendiendo de su historia, su filosofía y el procedimiento para la creación de sus productos.
Ha sido muy interesante darnos cuenta del amor y dedicación que esta empresa le pone a la creación y producción de cada artículo de la marca; después de vivir esta experiencia, sin duda, Chobani se convirtió una de nuestras favoritas.
La aventura comenzó desde que pusimos un pie en Twin Falls y llegar al hotel, luego de un largo viaje desde la Ciudad de México y hacer una escala en Salt Lake City. Una vez en el condado estadounidense, nos encontramos con una bolsa llena de regalos de la marca para sobrevivir el largo día que nos esperaba en la fábrica. Había snacks, un termo para bebidas, una gorra y una toalla, todo brandeado.
El día para conocer la planta fue intenso y lleno de impresiones nuevas sobre la creación y producción de alimentos. Desde temprano llegamos a la inauguración de la planta, en la que el fundador, Hamdi Ulukaya y su esposa, Louise Vongerichten, el alcalde de Twin Falls, Shawn Bariargar y el gobernador del estado de Idaho, Brad Little, fueron los encargados de cortar el listón.
El recorrido empezó por el gimnasio, instalado para que los empleados tengan oportunidad de ejercitarse antes o al final de su jornada de trabajo. Minutos después continuamos por el creation room, cuyas paredes están llenas de botes de toppings en donde los expertos hacen las mezclas perfectas para darle ese sabor único a sus productos a base de yogurt.
Otra cosa que nos impresionó fue que no sólo buscan el bienestar de los trabajadores, sino que también pretenden ayudar al medio ambiente al contar con instalaciones reconocidas con leed certification, es decir, cuentan con un edificio sustentable. Los vidrios de toda la planta están adecuados para nivelar la luz solar con la eléctrica y así obtener un menor gasto de energía.
Tuvimos oportunidad de platicar con el empresario de origen turco, Hamdi Ulukaya, quien nos explicó que busca llegar a los hogares mexicanos con sus productos, y aportar así un alimento con proteínas y un sabor único que mejore la nutrición de la población, pero sin gastar mucho dinero.
Nos platicó también la filosofía y los valores de la empresa, que nos hicieron volver todavía más fans de la marca. “Buscamos crear un producto que nos haga sentir orgullosos y que además podamos comer todos los días”, enfatizó Hamdi.
Respecto a lo anterior, el CEO comentó a que en su marca se crean productos de calidad, al grado que los empleados aceptarían dárselos a sus hijos diariamente, al tratarse de productos de calidad.
Poco después conocimos el proceso de fabricación de principio a fin, en el que tuvimos la oportunidad de probar yogurt directo desde la máquina y después ya envasado. Al finalizar nos consintieron con una prueba de todos los productos de la marca, con sabores divertidos, originales y un alto valor nutricional.
Nuestros favoritos fueron el yogurt de durazno y los originales gimmies (sabores para niño) que nos hicieron encontrar el sabor que siempre soñamos de chiquitos. Algunos de estos productos estaban a nuestro alcance en todo momento, pues en cada esquina de la planta había por lo menos un refrigerador que podíamos abrir para disfrutarlos.
Al salir de la fábrica, tuvimos un ratito libre donde aprovechamos para conocer las cascadas de Shoshone, una vista increíble que vale mucho la pena conocer, muy cerca de la planta. Después, el equipo de relaciones públicas de Chobani nos llevó a un restaurante local para disfrutar de una cena con vista a los cañones locales. En la sobremesa nos platicaron de las sorpresas que la marca tiene preparadas para México.
Estamos seguros que en cuanto lleguen a nuestro país, los productos de esta marca te volverán top fan como nosotros. Te mantendremos informado para que tú también te vuelvas parte de la familia Chobani.
