Design
Hubo un tiempo en que los hoteles eran un detalle a la orilla del camino; una circunstancia favorable que permitía comida, descanso, abastecimiento entre un lugar y otro. Una mera coyuntura en el trayecto. Hoy, no podemos entender un viaje sin ellos y, en muchas ocasiones, se han convertido en el destino.
Si la arquitectura es la forma de la música, hay hoteles que logran transmitir historias, sensaciones, emociones, y convertirse en extensiones de quien, aunque sea temporalmente, los habita.
El talento de arquitectos, urbanistas, artistas, diseñadores, interioristas y paisajistas; los nuevos materiales constructivos; la conciencia de armonía con el entorno y la experiencia acumulada durante siglos se suman para crear, o recrear, espacios que por sí mismos ameritan un viaje. No importa su tamaño o ubicación, su edad o estilo, son auténticas joyas del arte de vivir.