¿Sabías que Bob Dylan está ignorando el Premio Nobel?
Cuando el comité del Nobel anunció que su Premio de Literatura iba al célebre cantautor Alan Zimmerman, mejor conocido como Bob Dylan, por “crear nuevas expresiones poéticas dentro de la gran tradición de canción americana” y experimentar versátilmente con todo tipo de géneros –como la pintura, la escritura, la actuación y el guión–, la polémica estuvo servida. Muchos se indignaron de que este denominado trovador moderno recibiera un galardón reservado a los escritores, tal y como en la época se indignaron de que el cantante subiera al escenario con una guitarra eléctrica en vez de una acústica, “traicionando” al folk. Así, a lo largo de la semana pasada todo fueron discusiones acerca de si merecía o no tan destacado galardón. Sin embargo, Dylan todavía no se ha pronunciado al respecto y no parece que tenga mucho interés en hacerlo.
La ceremonia del Nobel tiene fecha el 10 de diciembre en Estocolmo y consta de un banquete así como de la entrega de la medalla del Nobel, el diploma del Nobel, un documento firmado por el rey Carlos Gustavo XVI confirmando el premio y una sustanciosa dotación económica, que este año asciende a 8 millones de coronas suecas o $933,000 dólares. Según la secretaria permanente de la institución, Sara Danius, en una entrevista para una emisora pública sueca, el músico no ha contestado ninguna llamada, e-mail o intento de contacto por parte del comité durante cuatro días. Además, pocas horas después de conocerse el resultado, Dylan realizó un concierto en Las Vegas sin hacer ningún comentario al respecto.
Aún así, Danius se mostró optimista y declaró: "Tengo el presentimiento de que Bob Dylan podría venir. Puede ser que me equivoque y sería triste que no lo hiciera, pero la distinción es suya y no podemos responsabilizarnos de lo que pase ahora”. “Si no quiere venir, no vendrá, será una gran fiesta igual", afirmó en la misma entrevista.
Si Dylan no aceptara el premio se convertiría en el tercero de esta categoría en hacerlo. El primero fue Boris Pasternak en 1958, forzado por las autoridades soviéticas, aunque lo aceptara más tarde, y Jean-Paul Sartre en 1964 debido a que rehusaba cualquier distinción. Todavía está por ver si el prolífico pero misterioso artista aparecerá en Estocolmo el día de la ceremonia, resolviendo así la incógnita.