Michelle Obama rompió el silencio sobre los rumores de un posible divorcio con su esposo, el expresidente Barack Obama.
Los rumores comenzaron en enero pasado, cuando Michelle no acompañó a Barack al funeral del expresidente Jimmy Carter, lo que generó especulaciones sobre la relación de la pareja.
Días después, Michelle también confirmó que no asistiría a la segunda investidura de Donald Trump, lo que alimentó aún más las conjeturas sobre su matrimonio.
En su reciente aparición en el pódcast Work in Progress de Sophia Bush, Michelle abordó los rumores y explicó cómo la gente tiende a hacer suposiciones cuando una mujer toma decisiones por sí misma.
“Lo interesante es que, cuando digo ‘no’, en su mayor parte la gente se queda en plan ‘lo entiendo, y no pasa nada’”, afirmó.
Michelle explicó que muchas veces, cuando no se ajusta a lo que la sociedad espera de una mujer, se etiqueta como algo negativo.
"Lo interesante es que, cuando digo ‘no’, en su mayor parte la gente se queda en plan ‘lo entiendo, y no pasa nada’", expresó. "Pero eso es lo que nos hace la sociedad. Por fin empezamos a preguntarnos: ‘¿Qué estoy haciendo? ¿Para quién lo hago?’".
Pero eso es lo que nos hace la sociedad. Por fin empezamos a preguntarnos: ‘¿Qué estoy haciendo? ¿Para quién lo hago?’. Y si no encaja en la especie de estereotipo de lo que la gente cree que debemos hacer, entonces se etiqueta como algo negativo y horrible”, agregó.
Estas declaraciones de Michelle siguen a unas recientes declaraciones que Barack Obama sobre su matrimonio en un evento en el Hamilton College.
Durante la charla confesó haber tenido "un profundo déficit" en su relación con Michelle durante su presidencia.
“Tenía un profundo déficit con mi mujer”, admitió. "He intentado salir de ese agujero haciendo cosas divertidas de vez en cuando", agregó.
Michelle, por su parte, había hablado previamente de los esfuerzos que han hecho en conjunto para mantener su relación.
En una entrevista con Revolt TV, reveló que en su matrimonio, a veces ella pone un 70% y él un 30%, y en otras ocasiones, los roles se invierten.
“Hay veces que yo pongo 70 y él 30. Hay veces que él pone 60 y yo 40”, confesó.
También dijo que “hubo 10 años” en los que “no soportaba” a Barack, pero agregó: “Aceptaría 10 años malos antes que 30. Es solo cómo lo ves”.
