La famosa mansión de Hidden Hills, California, que fue hogar de los momentos más emblemáticos de la familia Kardashian-Jenner, fue puesta a la venta por 13.5 millones de dólares.
Esta propiedad, que ha sido testigo de innumerables celebraciones, desafíos familiares y grabaciones de uno de los reality shows más populares de la televisión: Keeping Up with the Kardashians, marca el fin de un capítulo importante en la vida de la familia más mediática de Estados Unidos.
Adquirida por Kris Jenner en 2010 por tan solo 4 millones de dólares, la mansión se convirtió en un símbolo del éxito y la extravagancia que caracteriza a la familia. A lo largo de los años, la casa fue remodelada y ampliada, convirtiéndose en una impresionante residencia de 822 metros cuadrados construidos.
El terreno que la rodea es de más de 6,000 metros cuadrados, lo que le da una privacidad total y un espacio inigualable en uno de los barrios más exclusivos de Los Ángeles.
De acuerdo con la inmobiliaria Christie’s International Real Estate Southern California, la mansión cuenta con seis habitaciones, ocho baños, una cocina de ensueño y una serie de espacios de lujo que la hacen destacar.
El vestíbulo, con su suelo de baldosas en blanco y negro, se convirtió en un lugar icónico del programa, mientras que la cocina, equipada con electrodomésticos de última generación, fue escenario de numerosas escenas familiares y momentos de la vida diaria de las Kardashians.
La casa cuenta con una alberca de gran tamaño, un jacuzzi, una cabaña de entretenimiento y un hermoso jardín que ha sido el escenario de diversas fiestas y reuniones familiares. En su momento, la mansión fue el epicentro de las celebraciones de cumpleaños, reuniones familiares y hasta eventos para la televisión, consolidándose como un símbolo de la vida opulenta que la familia Kardashian-Jenner ha hecho famosa.
A pesar de que los miembros de la familia han continuado creciendo profesionalmente y formando nuevos hogares en otras partes del mundo, esta mansión sigue siendo parte integral de su legado.
La mansión es ahora una pieza de historia para los fanáticos de la familia y de la cultura pop en general.
"Quien adquiera la propiedad no solo estará comprando una casa de lujo, sino también un pedazo del fenómeno mediático que marcó una era en la televisión. La venta de esta casa también podría representar el cierre de una de las etapas más mediáticas de la familia, quienes han logrado consolidar una marca global que va más allá de la televisión·, aseguró Tomer Fridman, quien representa la venta a través de Christie’s International Real Estate Southern California.
