El mundo del cine se encuentra de luto tras la trágica muerte de Hudson Meek, el joven actor conocido por su papel en la exitosa película Baby Driver.
Meek, de 16 años, falleció el 21 de diciembre de 2024 luego de sufrir un grave traumatismo al caer de un vehículo en movimiento en Canyon Road, Vestavia Hills, Alabama.
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Muere Hudson Meek, estrella de ‘Baby Driver’
La noticia ha conmocionado a la industria cinematográfica y a sus fans alrededor del mundo, quienes lamentan la pérdida de una promesa del cine. Meek, quien interpretó una versión más joven del personaje de Baby en Baby Driver, demostró un talento innato para la actuación que lo posicionó como uno de los jóvenes actores más prometedores de su generación.
Baby Driver, estrenada en 2017, se convirtió rápidamente en un fenómeno de taquilla, recaudando más de 227 millones de dólares en todo el mundo y recibiendo elogios de la crítica por su banda sonora, dirección y actuaciones.
La película, dirigida por Edgar Wright, fue un éxito rotundo y catapultó a la fama a muchos de sus jóvenes actores, entre ellos Hudson Meek.
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La carrera de Hudson Meek
Su papel en Baby Driver fue un trampolín para Meek, quien desde entonces había participado en diversas producciones, tanto en cine como en televisión. Su carisma y talento lo llevaron a conseguir papeles en series como Legacies, Found y Genius, donde demostró su versatilidad como actor.
Nacido en Vestavia Hills, Hudson Meek era conocido por su personalidad amable y generosa. Sus amigos y compañeros de trabajo lo describen como un joven talentoso y lleno de vida, cuya ausencia dejará un gran vacío en la industria del cine. Así lo revela este mensaje difundido por la iglesia Dawson Memorial Baptist:
“Amaba profundamente pasar tiempo en el set y aprender las historias de cada miembro del elenco y el equipo. La personalidad de Hudson era única. Era seguro de sí mismo, convencido de sus convicciones, espontáneo e ingenioso. Nunca dejaba que los hechos se interpusieran en el camino de una historia divertida, y le encantaban las bromas amistosas. Era un bromista, le encantaban las bromas y era más feliz cuando hacía reír a los demás. Hudson prosperaba en entornos que le permitían conocer y atender a gente nueva. Hudson era una persona vibrante y dinámica que vivía la vida al máximo”.