La muerte del actor Matthew Perry, una de las estrellas de la mítica serie Friends, dejó al descubierto los peligros que enfrentan las personas con problemas de adicción quienes, en vez de encontrar apoyo y seguridad en su círculo más cercano, pueden hallar a personas que más que ser sus amigos pueden convertirse en facilitadores que los perjudican y, en el peor de los casos, terminan siendo sus verdugos.
Esto quedó claro luego de que distintos medios estadounidenses dieron a conocer los contenidos de documentos legales relacionados con la investigación de la muerte del actor, quien tenía 54 años cuando fue encontrado muerto en el jacuzzi de su casa en octubre de 2023, y en los que se señala que recibió tres inyecciones de ketamina el día de su muerte.