La mansión de Tom Hanks y su esposa Rita Wilson en Los Ángeles, valorada en 26 millones de dólares, fue blanco de delincuentes.
Según informes del portal de noticias TMZ, la propiedad fue invadida hace unas semanas cuando los ladrones rompieron los vidrios de la casa de huéspedes para acceder al interior.
De acuerdo con el sitio de noticias, el robo fue hecho por una banda delictiva que se especializaba en este tipo de delitos. También se sabe que no tuvieron oportunidad de ingresar a la casa principal, dejando intactas las pertenencias más preciadas de la pareja.
Si bien la noticia salió a la luz hasta ahora, los hechos ocurrieron unas semanas atrás. Por suerte, ni Tom Hanks ni su esposa se encontraban en su casa, ubicada en el exclusivo barrio de Pacific Palisades, pues estaban de viaje, detalle que los ladrones aprovecharon ya que el lugar estaba solo.
Hasta el momento no se ha dado a conocer el valor total de los objetos que se robaron, ni se han habido personas detenidas. Sin embargo, las autoridades locales ya trabajan en el caso para encontrar al grupo delictivo que ha logrado escapar y que podría estar relacionado con el robo de las casas de Marlon Waynas y Sarah Hyland.
Al parecer, los ladrones no tenían en la mira a Tom Hanks , su esposa o algún otro miembro de la familia. Según reportes, habrían elegido entrar a esa casa por otros motivos, al parecer por la facilidad para poder ingresar, y no por tratarse de la propiedad de una estrella de Hollywood.
De acuerdo con diversos medios como abc7, este incidente se suma a una serie de robos que han afectado a varias residencias de celebridades en Los Ángeles, lo que ha generado una creciente preocupación entre los habitantes de las zonas exclusivas de la ciudad.
Mientras las autoridades siguen investigando el caso, el actor está a punto de estrenar su última colaboración con el director Robert Zemeckis con la película Here, que promete no solo emocionar al público, sino también redefinir el lenguaje cinematográfico. Se trata de una adaptación de la aclamada novela gráfica de Richard McGuire, se perfila como una de las experiencias visuales más innovadoras del cine.
