Kate Winslet se ha encargado personalmente de desmitificar una de las escenas más románticas de Titanic, película que protagonizó junto a su buen amigo Leonardo DiCaprio en el año 1997.
Se trata de la secuencia en la que sus personajes, Rose y Jack, se dan un beso en la cubierta del barco para sellar su historia de amor, contraria a la moral clasista de la época.
Ese beso es, para muchos, una de las escenas más emblemáticas del cine moderno, pero la actriz británica ha preferido describirlo como una "pesadilla" debido a las tortuosas condiciones en las que se grabó.
En entrevista con Vanity Fair, la estrella de cine explicó que la escena se filmó en un espacio reducido y pobre iluminación, por lo que se necesitaron varias tomas hasta que el director, James Cameron, quedó satisfecho.
Entre toma y toma, Kate tenía que retocar ella misma su maquillaje y también el de Leonardo, ya que no cabía nadie más en esa zona del set.
"Tenía en la mano el maquillaje, las brochas, y la esponja", contó. "Y básicamente tenía que rehacer todo nuestro maquillaje".
En su caso, su piel debía lucir blanca, como correspondía a las chicas de clase alta. En lo que a Leonardo respecta, tuvieron que utilizar una especie de bronceador para que su aspecto fuera el propio de un obrero de esos tiempos.
El resultado fue un "desastre", en palabras de Kate Winslet.
"Nos estamos dando el beso, y yo tengo un montón de maquillaje encima", recuerda. "Y al final parece que me he estado comiendo una barra de chocolate con caramelo, porque se me pegaba su maquillaje", bromeó.
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Por si eso fuera poco, el corset que llevaba la actriz le oprimía tanto, que prácticamente no le dejaba respirar.
Aunque todavía hay quienes fantasean con besar a Leonardo DiCaprio como lo hizo Kate Winslet en la película, o recrear ese romance sin su fatídico final, ella confiesa:
"No fue tan maravilloso como podría parecer", aseguró sobre los artificios del cine.
