Britney Spears tiene motivos para sonreír, al menos en el plano económico. Fuentes de su entorno sacaron a relucir los elevados ingresos que obtuvo la diva del pop el año pasado, nada menos que 40 millones de dólares procedentes de las regalías de sus canciones, la venta de sus perfumes y, sobre todo, del éxito comercial cosechado con su libro de memorias The Woman in Me, publicado el pasado mes de octubre.
"El dinero no es un problema para ella", aseguran desde su círculo cercano a la revista Us Weekly, sin duda en referencia a los dos frentes judiciales que la estrella consiguió cerrar entre finales de abril y principios de mayo.