Irene Azuela se inspira en Alan Cumming para crear su propio Emcee en 'Cabaret'

Irene Azuela es Emcee en el musical 'Cabaret'

Basado en la obra de teatro I Am a Camera, de John Van Druten, con libreto de Joe Masteroff, música de Jon Kander y letras de Fred Ebb, Cabaret es un espectáculo ambientado en Berlín de 1929, cuando el nazismo comenzaba a cobrar fuerza.

La historia transcurre en el decadente Kit Kat Club y se centra en la relación amorosa entre su estrella principal, la cantante Sally Bowles y el escritor Cliff Bradshaw. La frivolidad, la alegría y el erotismo se unen para adentrar al público a un mundo fascinante comandado por Emcee, el extravagante y lascivo maestro de ceremonias del lugar al que Irene Azuela da vida.

En entrevista con Quién, la actriz platicó que Cabaret ha sido una experiencia exquisita y muy sorprendente. Desde adolescente le llamaba la atención el teatro musical y comenzó a disfrutar de cada una de las obras a las que tuviera acceso, por lo que ahora significa mucho formar parte de este elenco.

“Llegar aquí ha sido una explosión de estímulos y emociones. Es un género que te exige muchísimo entrenamiento y la vez que vi al cuerpo de baile en los ensayos dije: ‘wow, aquí la vara está altísima’ y no me quedó otra que entrenar el cuerpo y entrenar mi voz para estar a su altura. Llegué con toda la disposición para crear un personaje completamente excéntrico y libre, lo cual ha sido un verdadero placer”, platicó la actriz, quien al llegar a su camerino, lo primero que hace es encender una vela aromática para cargarse de energía.

Irene Azuela se venda el pecho para ocultar sus senos

“Después me limpio la cara porque vengo de la calle y con el tráfico encima. Luego comienzo a maquillarme y va todo corrido, no se necesita de nada profesional, lo cual me da muchísima tranquilidad porque no soy buena para eso, entre más mal hecho esté, mejor. No tengo que taparme las ojeras ni perfilar nada, más bien, echarlo a perder, lo cual es muy delicioso”, resaltó Azuela de 44 años y quien ha participado en obras como El buen canario y Hamlet, por citar algunas y entre varias producciones de cine y televisión.

Acerca del vestuario resaltó que con muchos los cambios que hace y está concebido para un hombre. “Cuando Mauricio me habló de Emcee, me brillaron los ojos y le respondí que sí pero teníamos que convencer a Claudio Carrera (el productor) para que aceptara a una mujer como intérprete”.

Para superar la prueba, Irene se caracterizó, se pintó la cara y preparó la coreografía. Se me ocurrió la idea de vendarme el pecho, lo cual ya había visto en la actriz Emma Corrin, que interpretó a la princesa Diana en la serie The Crown.

“Pensé que podía ser interesante porque Emcee no tiene un género pero nos gustó la idea de deshacernos de la feminidad, así que cancelamos los pechos y cualquier curva que me definiera el cuerpo. El vestuario es muy recto, muy estructurado y las botas también son toscas”.

Irene Azuela rinde homenaje a Alan Cumming

Durante la función interpreta el tema Dos chicas, con el cual rinde homenaje a Alan Cumming, que hizo al personaje durante muchos años, desde 1998 en Broadway.

“Salía con unas calzones de algodón blanco y una camiseta. Eso fue un guiño para él hasta que al final se va descubriendo que el Emcee también tiene una parte femenina, así que poco a poco vamos haciendo lo masculino a un lado para darle paso a la figura femenina”, subrayó.

Al terminar de maquillarse y vestirse, Irene se peina “y tengo que ponerme muchísimo gel en el pelo y lo cual me choca porque llegando a mi casa me tengo que bañar a fuerzas”, comentó.

Una vez maquillada, Irene Azuela practica un poco de yoga. “Hago diez saludos al sol y empiezo a calentar las articulaciones porque es un personaje súper físico, por momentos está arriba y luego abajo, todo el tiempo se lo pasa moviéndose y el cuerpo tiene que estar súper caliente”.

Recargado frente al espejo, tiene un cuaderno que le regalaron y en el que escribe ciertas ideas o palabras que va relacionando con el Emcee a fin de comprenderlo mejor. También, sobre su tocador, tiene unos token de la suerte, uno de ellos se lo dio su mamá en el estreno.

“Es un pin que era de mi abuela. Me pareció hermoso porque es una bailarina, un personaje que exige muchísimo en lo corporal. Además, tengo una rosa que me hubiera gustado ponérsela al vestuario pero como me cambio tantas veces, preferí mejor colocarla aquí (encima del cuaderno)”, apuntó.

Ya casi dan tercera llamada e Irene Azuela debe prepararse para salir a escena y lo hace bajo la mirada del Emcee colgado a la pared. Se trata del cuadro que el productor Claudio Carrera mandó a pintar para ella y otro para Ilse Salas, quien hace al personaje de Sally Bowles, lo cual, sin duda, es de gran motivación para que en cada día dé la mejor función de su vida y sí, está funcionando, ya lo está haciendo.