Ilse Salas había dicho que no regresaría al teatro nunca más. También dijo que no cantaba ni bailaba y hoy canta y baila. En otra ocasión, comentó que no le gustaban los musicales, pero bien dicen que más rápido cae un hablador que un cojo.
A sus 42 años y con más de dos décadas de trayectoria artística, Ilse Salas es una de las actrices que gozan de mayor reconocimiento en México. Lo mismo ha sobresalido en televisión que en cine y teatro, interpretado a infinidad de personajes.
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Ilse Salas vuelve a teatro con el emblemático personaje de Sally Bowles en 'Cabaret'
Cada uno significa un reto y, al mismo tiempo, es el escalón perfecto para continuar ascendiendo en su carrera que ahora la trae de vuelta a las tablas, el escenario en el que empezó todo cuando en 2001 fue admitida en el Foro Teatro Contemporáneo y sus estudios fueron dirigidos por el gran Ludwik Margules.
Ilse Salas es Sally Bowles en Cabaret, original de Joe Masteroff, con música de John Kander y letras de Fred Ebb. Su historia, dirigida por Mauricio García Lozano, se desarrolla en el Kit Kat Club, un espacio donde la frivolidad, la alegría y el erotismo se unen para guiar al público hacia la víspera de Año Nuevo y una amenaza nazi.
Se trata de un personaje al que Ilse imaginó darle vida hace diez años. Sin embargo, por cosas del destino, incluso cuando ya no lo tenía en mente y ni siquiera en sueños, llegó la oportunidad.
Durante una comida con el director musical de Cabaret, Pablo Chemor éste le habló de las audiciones y se presentó. Estaba “muerta de miedo” y sentía que la garganta no le respondía para cantar y bailar al mismo tiempo, pero finalmente lo logró y sí, a la postre, el papel ya era suyo.
Luego de más de 30 funciones en la cartelera del legendario Teatro de los Insurgentes y poco antes de la tercera llamada, Ilse Salas abrió, en exclusiva para Quién, las puertas de su camerino para compartir cómo es que se alista antes de salir al escenario para darlo todo.
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En backstage con llse Salas, antes de entrar a escena en 'Cabaret'
Sentada frente al espejo del tocador, contó que no se maquilla mucho y no porque no lo necesite, sino porque con el sudor y las luces del escenario, el exceso de pintura en la cara se convierte en plasta.
“Prefiero lo mínimo e indispensable. Además, el poco maquillaje forma parte de la personalidad de la Sally que hago. Existen muchos tipos de Sally, algunas son punk, otras más de show, pero hay una versión que estuvimos revisando y que nos gustó mucho. Es la de Sam Mendes y la cual es un símbolo, está lejos del show y la pirotecnia, busco algo más con la actuación y menos maquillada”, platicó a Quién.
El miedo a perder la voz
De su lado izquierdo hay una taza con agua y popote grande. La tiene ahí por recomendación de su foniatra y explica por qué.
“Le tengo mucho miedo a la voz, soy muy ronca porque tengo unos nódulos desde hace muchos años y vivo aterrada de perder la voz. Así que, mi foniatra me manda a hacer esto (soplar dentro del agua con el popote). Todos se burlan de mí porque me lo paso con mi tacita, pero esto es muy importante. Además de esto, siempre cargo un termo gigante con té de jengibre súper potente y mucha miel, que también me ayuda. Bebo mucha agua antes de entrar a escena y como gomitas de azúcar que son muy buenas para la voz”, contó.
Ilse Salas le hace caso a todo aquel que le recomiende algún remedio o contribuya para que todo salga perfecto en escena a fin de mejorar su voz y no se le cierre de último momento, pues en el teatro no existe la toma dos y toda la obra debe ser de corrido, así que la responsabilidad es grande y más aún si ella tiene uno de los roles estelares.
“También tengo tequila y mezcal porque son muy buenos. Ah, y unas pastillas de papaína que me sirven un montón y que me regaló Alfredo Castro, un actor chileno al que amo. Me ayudan a controlar los ataques de pánico y ansiedad para que no se me vaya la voz”, comentó poco antes de iniciar con una sesión de yoga, por espacio de 30 minutos, para relajarse.
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'Cabaret', un musical que le da energía a Ilse Salas
Cabaret, además de significar un reto en su carrera, es un musical que a Ilse Salas le da mucha energía. “Aunque llegues cansado porque tuviste un mal día o estuviste medio enfermo, la obra te regala energía y una adrenalina muy fuerte, por eso soy afortunada al estar aquí”.
Además, la actriz se siente como en casa porque existe una buena relación con toda la compañía. “Somos una familia y el nivel de energía que tienen acá, sí está muy cañón, no les puedo seguir el paso, honestamente. Los bailarines y bailarinas son brutales, me transmiten su voracidad, su alegría, su fiereza, su talento y energía, sin duda, es muy motivante e inspirador.
Irene Azuela es la coprotagonista de Cabaret y son amigas desde hace varios años; sin embargo, no comparten escena, “pero hay un hilo que nos une. Yo siempre digo que cuando ella está en escena, confío en que va a llevar la batuta por su energía, su presencia, calidez, y por lo divertido que está haciendo al Emcee.
Sally Bowles significa mucho para Ilse Salas pero ahora no se atreve a definirla ampliamente porque la sigue conociendo y aprendiendo.
“Esto apenas comienza. Es común decir que cuando ya termina la temporada, apenas entiendes al personaje. No puedo decir todavía lo que le he aprendido a Sally porque no dejo de descubrir las infinitas maneras que hay para hacerla. Ahora comprendo los pocos videos que hay en YouTube sobre este personaje. Hay quienes la hicieron más dark, otras más inocente y unas más hasta boba. Yo todavía estoy armando a la mía y vamos muy bien”, concluyó.