Para nadie es un secreto que llevar una película mexicana a las salas de cine puede convertirse en toda una proeza y que, sin importar cuánto esfuerzo, angustia y sufrimiento haya detrás de cada proyecto, éstos quedan –normalmente– para el anecdotario de los involucrados.
Sin embargo, para Mónica Vargas, productora de Noche de bodas, esto estuvo a punto de no ser así y nos contó cómo fue que enfrentó la trágica muerte de dos extras casi al terminar el rodaje de esta película y cómo, al hacerse cargo del asunto, ella misma corrió peligro y estuvo hospitalizada 14 días en terapia intensiva y que, después de todo, la historia pudo estrenarse.
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Dos extras murieron en el rodaje de la película 'Noche de bodas'
Durante la premiere de la película Noche de bodas, la cual que marcó el debut como director de Osvaldo Benavides, su coestrella Ludwika Paleta recordó la terrible pérdida que representó para la producción la muerte de dos extras a pocos días de terminar con la filmación de la película en las playas de Oaxaca.
“Sí, por supuesto que estaremos pensando en ellos, toda la película es un homenaje para ellos”, expresó la actriz sobre la muerte de Luis Manuel Gutiérrez, de 47 años, y Marco Antonio Curiel Pérez, de 46, quienes se desempeñaban como figurantes en el relato escrito por el propio Osvaldo Benavides y la cineasta Issa López.
En entrevista exclusiva para Quién, la productora Mónica Vargas recordó detalles de este hecho y la difícil encrucijada en la que estuvo al tener que lidiar, por un lado, con la muerte de dos de sus artistas y, por otro, con el peso de una película que tardó años en echarse a andar y que estaba a dos días de concluir su rodaje.
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Productora de ‘Noche de bodas’ recuerda cómo enfrentó la tragedia del rodaje
A dos días de que concluyera el rodaje de Noche de Bodas, protagonizada por Ludwika Paleta y Osvaldo Benavides (quien además es autor y director de la historia), murieron dos extras de la producción y este suceso, por poco, echa por la borda años de trabajo para que esta historia pudiera llegar a la pantalla grande.
Mónica Vargas, productora de la película, nos contó en exclusiva cómo enfrentó junto con el equipo esta tragedia en el rodaje y cómo, en memoria de las personas que fallecieron y por respeto a todos, el proyecto siguió adelante y tuvo su estreno en las salas de cine.
Mónica recordó los 15 extras que viajaron de la Ciudad de México a Huatulco para participar en la película estaban de descanso el día en que ocurrieron los hechos. Que el dueño del hotel donde se encontraban los invitó a pasar el día en una playa ubicada a 40 kilómetros del set, adonde no hay una carretera para llegar, ya que es una zona virgen.
“Las playas de Oaxaca tienen estas características, en las bahías pues son mares calmos; pero de pronto también (es mar abierto) se surfea ahí; son mareas tremendas y son olas descomunales”, recordó la productora.
“Entonces, estaban ahí, en su día libre, en su playita, les llegaba el agua a las rodillas y, de un segundo al otro, cambió el clima. Cambió la marea y llegó hasta el tope del cerro. Te estoy hablando de que (el nivel del agua) tal vez subió 30 metros”, relató Mónica. “Las demás chicas que estaban ahí adentro en el mar lograron salir por arriba de ese cerro, entre los cactus y entre las espinas. Tenían todos sus cuerpos espinados; son de esas espinas que se entierran y tienen como unos piquitos unos que no salen y que si salen te dejan una herida”, aseguró.
Fue entonces cuando ocurrió la tragedia: dos de los 15 extras fueron arrastrados por la marea y murieron ahogados en el Océano Pacífico.
“No hay señal de teléfono; fue tremendo. Cuando supe esto, inmediatamente me subí a una camioneta y les dije: ‘Me llevan ahí’. Iba hablando por teléfono, consiguiendo a la Marina, a Protección Civil, a la capitanía de puertos; no sé cuántas llamadas hice. No sé a cuánta gente le gritaba yo, como loca desesperada, que necesitaba llegar ahí y que necesitaban mandar un helicóptero, una lancha rápida, buzos, lo que se pudiera; lo que fuera. Y pues sí, la verdad, las autoridades actuaron muy, muy rápido y pudimos rescatar a uno de ellos que se quedó en una piedra, pero estos dos chicos que perdieron la vida pues, pasó en un minuto, en un minuto”, señaló.
Mónica Vargas dijo que en ese momento sintió un dolor imposible de explicar, surgido de su incapacidad de entender cómo y por qué habían ocurrido así las cosas. Y luego vino el momento en que asumió la responsabilidad de aceptar la muerte de los dos extras y, sin hacer a un lado el dolor, seguir con el rodaje.
“Tener que tomar estas decisiones de terminar de filmar la película, porque nos faltaban dos días y no íbamos a poder regresar después. No teníamos el dinero, no teníamos los medios; no íbamos a poder tener a los actores, el arte… eran demasiadas cosas. Poder ponerte a tomar esas decisiones y, al mismo tiempo, hablar con las familias, que vinieran a Huatulco, recibirlos en el aeropuerto, hacer todos los trámites de la mano de ellos, no se lo deseo nunca a nadie; ha sido muy doloroso”, recordó.
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El aprendizaje que tuvo Mónica Vargas, productora de 'Noche de bodas', ante la tragedia que vivió en el set
En aquellos instantes, Mónica Vargas no pensó en si tenía asegurado su futuro en la industria cinematográfica ni si Noche de bodas sería, debido a las circunstancias, su última película, luego de que ha trabajado en títulos tan distintos como Efectos secundarios, Amor a primera visa, Como novio de pueblo, Loco por ti o las series Club de cuervos y Bandidos.
“No, no me puse a pensar en eso. Yo lo que más quería era que esto fuera una pesadilla infernal, que ojalá despertara y, más bien, estaba como en el deber ser, en lo que tenía que hacer en ese momento, en la inmediatez y en hacer todo de la mejor manera posible para el cast, para el crew, para la película, para los familiares, para la compañía”, afirmó.
En ese buscar hacer todo de la mejor manera para los demás, la propia Mónica estuvo en peligro.
“Después de eso, al día siguiente que regresé de Huatulco, me fui al hospital 14 días. Estuve 14 días en terapia intensiva, porque se me hizo una infección tremenda en la garganta. Con el solazo, el calor que hacía y yo no me atendí por supuesto (en ese momento) y esta infección se podía ir a la cabeza o al corazón rápidamente. Entonces me tuvieron que abrir la lengua, por debajo, una cosa espantosa, y (tuve) otra cirugía por aquí (por debajo de la barbilla); ya con eso te digo todo”, remarcó.
Ya pasaron más de dos años desde que ocurrió esta tragedia en el set de Noche de bodas y su productora, Mónica Vargas, entiende todo lo que vivió en ese momento y en otras situaciones de su vida profesional como valiosas lecciones.
“Por algo me pone aquí la vida. Lo acepto, no lo agradezco, lo acepto. Que venga el aprendizaje que tenga que venir y yo aquí estoy, soy el vehículo”, concluyó.