Hace cincuenta años que se estrenó la segunda parte de El padrino, así que quién mejor que Al Pacino para entregar uno de los premios más importantes de la noche: el de Mejor Película.
Señalan a Al Pacino de arruinar el momento más esperado de los Oscar
Señalan a Al Pacino de arruinar el momento más esperado de los Oscar
El actor vive en gran parte retirado de la vida pública, y su recelo a las cámaras no ha hecho más que aumentar a raíz del revuelo que causó el nacimiento de su cuarto hijo hace unos meses. Sin embargo, la gala de los Oscar es una razón más que suficiente para ponerse bajo los focos de un escenario.
Pacino se presentó frente al público en el teatro Dolby de Los Ángeles, que se puso en pie para recibirlo, muy sonriente y con ganas de bromear, e incluso coqueteó con la posibilidad de recitar algún verso de Shakespeare porque parecía lo adecuado para una ocasión tan solemne.
"Al, recuerda lo que hemos ensayado estas semanas. Subida al escenario, monólogo, lectura de candidatos, pausa dramática, ganador".
— Kim Jong-un (@norcoreano) March 11, 2024
Al Pacino: "OPENJAIMA".pic.twitter.com/vlupVLm6kW
En tono más serio, aseguró sentirse muy honrado por haberse sido elegido para entregar el último galardón de la velada.
"Diez películas maravillosas han sido nominadas, pero solo una puede llevarse el Oscar a mejor película, y tengo que abrir el sobre para ello", aseguró con mucha calma. Llegado este punto, debería haber presentado el video que mencionaba a los nominados, pero no lo hizo.
La tensión en el teatro aumentó considerablemente porque nadie ha olvidado aún el error que se produjo en 2017, cuando Faye Dunaway anunció que la película ganadora del Oscar era La La Land y el equipo al completo subió al escenario antes de que Fred Berger -productor del musical- se viera obligado a interrumpirles para revelar que, en realidad, había ganado Moonlight.
Desde aquel desastre, cualquier pequeño cambio que se desvíe de lo establecido en el guion causa arritmias a los productores de la gala, y Pacino consiguió que se pusieran a temblar.
Aunque no había nada que temer. El actor decidió sencillamente acelerar el proceso y anunciar sin preámbulos el ganador, que resultó ser Oppenheimer.
"Allá vamos... mis ojos ven Oppenheimer", anunció para alargar la tensión lo máximo posible.