Se dice que junto a un hombre exitoso hay una gran mujer y en el caso de Emilio Azcárraga Jean la regla se cumple al pie de la letra. Este 29 de febrero el dueño de Grupo Televisa celebra su vigésimo aniversario de bodas con Sharon Fastlicht Kurian y, echando una mirada al pasado, queda claro que a pesar de que han sido dos décadas complejas para el negocio familiar, ellos están tan enamorados como el primer día y al empresario nunca le ha faltado el apoyo de la comunicóloga.
Emilio Azcárraga y Sharon cumplen 20 años de casados, aquí su historia de amor
Emilio Azcárraga y Sharon Fastlicht, su historia de amor
En marzo de 1997, la vida de Emilio Azcárraga Jean dio el giro más retador de su vida: con tan solo 29 años de edad (cumplidos solo unos días antes) tomó las riendas de Televisa, la televisora más importante de México y Latinoamérica, de manos de su papá, quien enfrentaba un cáncer de piel que un mes después le arrebató la vida en su famoso yate de lujo Eco, acompañado por su entonces novia Adriana Abascal, 40 años menor que él. El menor de los seis hijos de El Tigre (con su primera esposa, María Regina Shondube, tuvo una hija que murió horas después de su nacimiento; con la segunda, Pamella de Surmont, tuvo a Paulina, quien murió de un ataque de asma; y con la francesa Nadine Jean a Carla y Emilio) tomó la empresa en un escenario complejo: años antes, en 1993, la compañía perdió el estatus de ‘monopolio’ con el nacimiento de TV Azteca y tenía frente así una crisis económica –motivada por la compra de acciones a sus propios familiares y la batalla campal por la herencia de su papá– que lo orilló a hacer cambios profundos en la compañía, muchos de ellos, alejados de la visión y el estilo de dirección que tuvo su siempre polémico papá (redujo la nómina, implementó procesos para medir la productividad de sus más de 20 mil empleados e incrementar las ventas de publicidad, y desapareció los contratos de exclusividad de gran parte del talento, entre otros).
A diferencia de su papá, a quien no le gustaba trabajar en equipo, Emilio Jr. sumó a tres estrategas de su confianza a la dirección de Televisa: sus grandes amigos Bernardo Gómez, Pepe Bastón y Alfonso de Angoitia.
“El primer día que asumí mi cargo en Televisa estaba en Los Ángeles, fue un día muy malo, por cierto. La verdad es que las dos primeras semanas no sabía qué estaba pasando… Mi papá estaba ya muy mal de salud y no era una situación agradable para nadie… La gente realmente muere el día que dejas de pensar en ella. Mientras tú pienses en ella y la extrañes, la persona sigue ahí. Él no ha muerto”, nos confesó en 2004 sobre esos primeros días al frente del monstruo de la televisión.
Sacar bien librada a Televisa fue toda una odisea que consiguió “el chamaco”, como se referían de él algunos empleados que dudaban de su capacidad: Demostró tener un carácter sólido y con su visión moderna puso orden en la televisora y se quedó como accionista mayoritario del imperio.
El mismo Emilio confesó en alguna ocasión sobre las diferencias con su papá que chocaban mucho y, a veces, se dejaban de hablar, pero le dejó los cimientos para determinar quién era.
En el aspecto personal, Emilio deseó siempre tener una familia porque él nunca la tuvo. Sus papás se separaron cuando tenía cinco años y su infancia la vivió al lado de su mamá y su hermana Carla. Su manera de dirigir Televisa viene de ahí. En 2004, Bernardo Gómez, entonces vicepresidente ejecutivo de la compañía, nos confirmó: “La educación que le dio su mamá ha sido clave para que él haya podido manejar el poder que ahora tiene”.
En octubre de 1999, se casó con Alejandra de Cima Aldrete con el sueño de formar su añorada familia, no obstante, al poco tiempo de casada fue diagnosticada con cáncer de mama. Aunque superaron este difícil capítulo, al final la pareja terminó divorciándose en 2002.
Emilio capitalizó todas estas experiencias y las transformó en energía positiva. Un año después de su divorcio comentó a Quién: “Me gustaría tener una relación a largo plazo. Todo el mundo tiene derecho a rehacer su vida”.
Luego de darle a su empresa la estabilidad que tanto necesitaba, Emilio y su squad finalmente colocaron a Televisa como la plataforma del nuevo milenio. Estaba más tranquilo, pero en el aspecto sentimental permanecía el gran vacío. La mayoría de sus amigos estaban ya casados y con hijos. El gran pendiente en la vida del líder era la cuestión familiar. “La verdad me hubiera gustado ser un papá chavo, como de 25 años, porque cuando los hijos tienen 18, se convierten en tus amigos. Ya no fui papá joven, pero últimamente me he vuelto más niñero”, nos confesó en aquel entonces.
Tras varios romances sonados, Emilio encontró al gran amor de su vida en una mujer muy guapa y 12 años más joven que él: Sharon Fastlicht. El empresario estaba en Miami en una exposición de yates cuando, de pronto, apareció la hermana menor de uno de sus amigos de antaño, Adolfo Fastlicht, el fundador de Cinemex. Sharon, de 24 años, y él, de 35, ya se conocían, pero él la vio con otros ojos: se enamoró de su modo de ser simple y su dulce sonrisa; volvió a contemplar seriamente la idea de casarse.
A primera vista, Sharon es, sin duda, una mujer muy atractiva, pero Azcárraga vio más allá: era perfecta para él. Sharon estudió Ciencias de la comunicación en México y cine en la Universidad de Columbia. Sus grandes pasiones siempre han sido el cine y el arte, ambas heredadas de su papá, Marcos Fastlicht, quien tuvo una galería en La Condesa (experiencia que aunque fue breve le dejó momentos que no olvida, entre ellos una pelea con el artista Francisco Toledo, pero también grandes amigos. Fernando Botero y Gabriel García Márquez dos de ellos) y presidente del Consejo de Administración de Cinemex desde su creación en 1993 hasta su venta en el año 2004.
Sobre el proceso de conquista, Bernardo Gómez nos reveló la envidiable actitud de galán de Emilio: “No tienes idea de los detalles que tenía. Es muy buena persona. Tiene un corazón impresionante. Nuestras novias siempre decían que fuéramos como él”.
Emilio da el siguiente paso: formar la familia que siempre soñó
Emilio no tenía dudas, era ella, y en agosto de 2003, le entregó el anillo en un show de Blue Man Group en Las Vegas; una sorpresa que sus familias, que estaban presentes entre el público, nunca sospecharon. Uno showman preguntó si Sharon estaba entre los presentes, cuando de pronto tras bambalinas apareció Emilio y le hizo la propuesta. Indudablemente, dijo ‘Sí’.
¿Quién querría como yerno a un empresario de esos todopoderosos que pueden tener a cualquier mujer a sus pies? Sin duda, Marcos Fastlitcht no.
Él mismo confesó en una entrevista para el El Universal que cuando supo que su hija se casaría con Emilio no le preocupaba que él no fuera judío, sino que fuera dueño de Televisa y estuviera siempre en contacto con modelos y actrices. “No me vaya a salir éste un cabrón”, pensó en aquel momento, pero ahora, reconoce, lo hizo “sin fundamento”.
El 29 de febrero de 2004, y pese a las dudas de Marcos, se casaron en la finca “El Contadero”, propiedad de Emilio, en la Ciudad de México.
La boda fue un verdadero reventón que reunió a los más poderosos de México: empresarios, políticos y los top de la farándula nacional. Bajo una monumental carpa festejaron la unión el entonces presidente Vicente Fox, Andrés Manuel López Obrador, Miguel Alemán Magnani, Santiago Creel, Carlos Slim, Juan francisco Ealy Ortiz, Ricardo Salinas Pliego, Rebecca de Alba, Ricky Martín, Silvia Pinal, Lucero, Joaquín López-Dóriga, Carlos Loret de Mola, Adela Micha, Carlos Monsivais, Guadalupe Loeza y cientos más, pues en total tuvieron 1400 invitados.
Emilio tenía ya la esposa que siempre soñó y había que seguir cumpliendo sueños. En febrero de 2005, justo un año después de su boda, debutó como papá y fue niño, el heredero tenía que seguir la tradición de tres generaciones anteriores y se llamó Emilio. Él estaba vuelto loco con su bebé, pero querían más. Hannah y Mauricio llegaron a completar la familia en 2007 y 2009, respectivamente.
Hijos de Emilio Azcárraga y Sharon Fastlitch
Emilio, hoy de 55 años, sabe bien lo que significa tener un padre ausente y, pese a su gran compromiso con la compañía, ha sabido encontrar los tiempos y espacios para disfrutarlos y Sharon ha sido cómplice para ello.
Hoy sus hijos ya son unos guapos adolescentes, pero estuvo a su lado en sus primeros años. Anduvo con ellos en bici, los llevaba a la oficina, iba a los festivales de la escuela y hoy viajan juntos todas las veces que pueden.
Desde aquel 26 de octubre de 2017 en el que anunció su salida del grupo como director general de Televisa (aunque sigue siendo el dueño), Emilio se ha dedicado aún más a ellos y su esposa. Allegados a la familia nos contaron que la familia ama ir a las islas Fiji y a África.
“Pese a la responsabilidad que tiene, Emilio les dedica tiempo a los muchachos, es un buen padre. Cuando juegan sus hijos en el interior del país, toman su avión y se van a verlos jugar futbol. Nunca he visto que los regañe, es un papá que tiene bien educados a sus hijos, pero es gracias a la mamá. Son unos niños muy educados y pueden saludar a cualquier persona sin importar su estatus. Ellos son totalmente diferentes a la mayoría de los millonarios, son muy sencillos”. Prueba de ello es que Emilio y toda su familia suelen viajar con maletas del América sencillas, “no usa Luis Vuitton, no usa Prada. Accede a fotos y los escoltas tienen prohibido quitar a los fans”, nos dijo nuestra fuente.
Sobre Sharon, nos cuenta, es una “señorona que jamás ha opacado al señor, ha estado al lado de él, pero ella es la que manda y la que gobierna en casa, la que hace que sus hijos sean demasiado sencillos. Gente que nació en cuna de oro, pero es muy sencilla, de hecho, el platillo favorito de Emilio son los tacos de chicharrón en salsa verde con tortillas hechas a mano”.
Desde que se casó, Sharon puso a su familia como prioridad y se dedicó a sus hijos, sin embargo, a la par se ha desarrollado profesionalmente y ha podido dar continuidad a sus intereses personales, de hecho es la actual presidenta del patronato Fideicomiso Pro Bosque de Chapultepec.
No hay duda, Emilio y Sharon están formando a sus hijos para que sepan manejar su imperio. “Emilio chico es muy sencillo, muy consciente de las cosas, de su gente que lo apoya. Saluda a los escoltas, les habla con respeto y cariño”, nos contaron.
Académicamente, el heredero se graduó de la prepa en el Colegio Americano en junio pasado y estuvimos allí; fuimos testigos de lo unidos que son y hasta les tomamos fotos juntos.
Emilio y Sharon, 20 años de complicidad y apoyo
Nadie duda de lo buen padre que es Emilio, pero en su papel de marido no se queda atrás. Aunque suelen mantenerse lejos de los reflectores, en sus apariciones públicas, Sharon y Emilio se han dejado ver siempre románticos y felices juntos. Uno de los momentos más recordados ocurrió en la fiesta por el cumpleaños 40 de Sharon, en 2019. El patrón organizó una fiesta en grande en la que estuvieron sus familias y sus mejores amigos. La celebración reunió a empresarios, sociales y estrellas del medio del espectáculo, y fue amenizada por Kabah, Flans, Matute, Magneto, Emmanuel, Moenia, entre otros. El menú consistió en hamburguesas de Sliders, pizzas y platillos del restaurante japonés Suntory. Daniela Magún compartió fotos y videos de esa noche en Instagram y viralizó un gran momento: el palomazo de Emilio y Sharon interpretando La calle de las sirenas.
Emilio siguió un rumbo bien diferente al que llevó su padre, un estilo y visión distintas en lo profesional y en lo personal. Ha podido dar continuidad al emporio familiar que enfrenta grandes retos ante las nuevas propuestas de entretenimiento streaming, hoy con TelevisaUnivision y ViX. En lo personal, Emilio encontró en Sharon a una gran compañera, que ha podido darle esa estabilidad familiar con la que siempre soñó.