Tom Brady, el legendario ex quarterback de la NFL, defendió el empujón que Travis Kelce , ala cerrada de los Kansas City, le dio a su entrenador Andy Reid durante el Super Bowl LVIII, en el que los Chiefs vencieron a los San Francisco 49ers por 25-22 en tiempo extra.
Tom Brady justifica la agresión de Travis Kelce a su entrenador
Tom Brady justifica la agresión de Travis Kelce a su entrenador
Brady, ganador de siete anillos de Super Bowl, dijo que el incidente entre Kelce y Reid fue producto de la alta tensión y la emoción del partido, y que no reflejó una falta de respeto ni de confianza entre ambos.
"Siempre hay pequeños problemas familiares y, por supuesto, no es importante que suceda; yo fui parte de muchas de esas cosas. Esto también habla de la confianza que el 'coach' Reid tiene en sí mismo, porque no lo tomó como algo personal", expresó Brady en una entrevista con ESPN.
El empujón ocurrió antes de finalizar el segundo cuarto, cuando los Chiefs perdían por 10-3 y acababan de perder un balón en la zona roja. Kelce, que había sido sustituido en la jugada, corrió hacia la banda y empujó a Reid mientras le gritaba algo. El entrenador, de 65 años, se mantuvo impasible mientras Kelce era separado por uno de sus compañeros.
Travis, que se rehizo en la segunda parte y fue clave para la remontada de los Chiefs con 93 yardas en nueve recepciones, restó importancia a la acción y dijo que Reid es "el mejor entrenador" en la historia de la NFL. "A este tipo le debo toda mi carrera y ¿cómo controlar lo emocional qué me pongo?. Lo adoro", afirmó el jugador.
Travis Kelce empujó a su entrenador durante el Super Bowl
Reid, por su parte, bromeó con el asunto y dijo que Kelce "puso a prueba la cadera". "Es muy emocional en cada partido. Lo entiendo, tengo cinco hijos, así que lo entiendo", dijo. "Lo que me gusta es que le encanta jugar y quiere ayudar a su equipo a ganar. No fue algo egoísta", señaló.
Brady, que también fue cinco veces el Jugador Más Valioso en el Super Bowl, subrayó que situaciones como esta son recurrentes por la adrenalina que se vive en juegos tan definitivos como la disputa por el trofeo Vince Lombardi.
"Las emociones son muy altas. Definitivamente no estás centrado ni equilibrado. En ese momento no estás en un estado de meditación, estás completamente decidido a salir y ganar. Así que muchas de las cosas que se dicen durante el partido simplemente deberían dejarse volar", concluyó Brady.