Dice el dicho que “No hay quinto malo” y, la noche del 25 de noviembre en la Arena Ciudad de México, Luis Miguel lo comprobó en carne propia. Durante una parte de su concierto, para ser más precisos, al final de la canción Ahora te puedes marchar, el cantante sufrió un resbalón y cayó en el escenario.
Esta situación fue tomada por el intérprete de 53 años con resignación y podríamos decir que hasta con un gesto de buen humor, según puede verse brevemente en la infinidad de videos que lograron captar el momento, antes de que apagaran las luces. Por lo que podemos decir que El Sol se levantó y siguió brillando.