Michael J. Fox confesó que no le teme a la muerte después de vivir con la enfermedad de Parkinson durante más de 30 años.
"Un día me quedaré sin gasolina", dijo sin rodeos la estrella de Volver al futuro en una entrevista para Town & Country. “Un día simplemente diré: 'Eso no va a suceder'. No voy a salir hoy. Si eso sucede, me lo permitiré”.
El actor señaló que tiene 62 años, por lo que si “falleciera mañana, sería prematuro”. "Pero no sería algo inaudito", añadió. "Y entonces, no, no tengo miedo de eso".
Al actor le diagnosticaron la enfermedad de Parkinson en 1991, pero hizo pública la noticia hasta 1998.
En su libro de 2002, Lucky Man, recordó el diagnóstico sintiéndose como "la factura fue llevada a una mesa descuidada después de un banquete mal merecido y subestimado" después de admitir que su carrera cinematográfica no iba muy bien una vez que la franquicia de Volver al Futuro estrenó su tercera y última película en 1990.
A pesar de no sentirse muy afortunado cuando recibió su diagnóstico, Michael J. Fox se mantuvo sobrio y usó su poder de estrella para hacer el bien en el mundo. Ahora ve su diagnóstico como un “regalo”.
Fundó la Fundación Michael J. Fox para la Investigación del Parkinson en 2000 y desde entonces ha financiado casi 2 mil millones de dólares en investigación, según Town & Country.
Además, en abril se publicó un estudio de una década de duración financiado por la fundación que reveló que ahora el Parkinson se puede detectar en personas vivas localizando una proteína específica en el cuerpo, que tiene un potencial innovador en términos de retrasar o incluso eliminar los síntomas.
"Cuando me diagnosticaron, fue como un examen de conducir en estado de ebriedad", dijo el actor a la revista. “Ahora podemos decir: 'Tienes esta proteína y sabemos que tienes Parkinson'. "Abre las puertas para que las compañías farmacéuticas entren y digan: 'Tenemos un objetivo y vamos a invertir dinero en él', y cuando lo hacen, suceden cosas buenas".
Y aunque Michael J. Fox es conocido por su comportamiento positivo, nunca endulza su realidad. En declaraciones a CBS a principios de este año, admitió que la vida con Parkinson se estaba volviendo notablemente más difícil con la edad.
“No voy a mentir. Se está volviendo difícil, se está volviendo más difícil”, dijo en CBS Sunday Morning, y agregó: “Cada día es más duro”.
También dijo en 2021 que sabe que el Parkinson no se curará durante su vida. “Soy muy directo con la gente acerca de las curas. Cuando me preguntan si me aliviarán del Parkinson durante mi vida, respondo: "Tengo 60 años y la ciencia es difícil". Así que no'”, explicó. “Soy realmente un tipo feliz. No tengo ningún pensamiento morboso en mi cabeza; no temo a la muerte. En absoluto".
