Britney Spears solía aplicarse inyecciones para mejorar la apariencia y relajar los músculos que causan las arrugas, pero recién contó que recurrió a otro tipo de tratamiento porque al aplicarse botox parecía que la habían golpeado.
“Me puse botox y no estaba muy contenta con eso porque me hinchó la frente e hizo que la pesadez de mis párpados se cayera, literalmente parecía que alguien me golpeó y pagar tanto dinero para parecer que alguien te golpeó durante las primeras dos semanas... ¿cuál es el punto?”, comentó a través de un video en su cuenta de Instagram.