Barbie , junto con Oppenheimer, se convirtió en una de las películas más esperadas y taquilleras de este verano.
La historia protagonizada por Margot Robbie, Ryan Gosling y America Ferrera ha atrapado a todos sus espectadores al exponer las problemáticas que existen en los roles de género.
Sin embargo, la escena final de Barbie generó debates y conversaciones en redes sociales, pues mientras unos opinan que es una buena broma, hay quien piensa que esta escena le quita seriedad a la trama sobre el feminismo, sin embargo, para aunque para Greta Gerwig, la directora de la película, es justo lo contrario.
En la última escena de Barbie, la protagonista decide convertirse en humana, pese a todo lo que significa, como tener días complicados, lidiar con un sistema patriarcal y enfrentarse a estereotipos.
Para ello, se ve a Barbie usando sandalias y no sus típicos zapatos de tacón, mientras baja del coche de su nueva familia para asistir a una cita muy importante para ella: su primera vez con el ginecólogo, lo que para muchos fue cómico, pues en otra parte de la película, Barbie y Ken hacen una referencia a que no tienen genitales.
Sin embargo, tras las críticas sobre esta polémica escena, Greta Gerwig aprovechó para explicar el final de Barbie.
“Con esta película, era importante para mí que todo operara al menos en dos niveles. Sabía que quería terminar con una especie de broma al caer el micrófono, pero también lo encuentro muy emotivo. Cuando era una adolescente, recuerdo crecer y sentirme avergonzada de mi cuerpo, y sentirme avergonzada de una manera que ni siquiera podría describir. Sentía que todo tenía que estar escondido”, aseguró a USA Today.
“Y luego ver a Margot como Barbie, con esa gran sonrisa en su rostro, diciendo lo que dice al final con tanta felicidad y alegría. Pensé, si puedo darles a las chicas esa sensación -Barbie también lo hace-, eso es divertido y emotivo. Hay tantas cosas así a lo largo de la película. Siempre se trató de buscar la ligereza y el corazón”, agregó.
La película que Greta Gerwig coescribió con su esposo, el director Noah Baumbach, de 53 años, ha acumulado hasta ahora más de 160 millones de dólares en taquilla desde su estreno, lo que se traduce en el récord del estreno más grande para una película dirigida por una mujer.
