La semana pasada, Lili Estefan no estuvo presente en el programa El Gordo y La Flaca. En su lugar, estuvieron las conductoras Karina Banda, Tanya Charry y Daniela Di Giacomo, quienes acompañaron a Raúl de Molina.
En ese momento, su compañero comentó frente a las cámaras que “La Flaca” “no había estado bien”, por lo que sus fans se preocuparon por su ausencia. Sin embargo, las dudas sobre lo que le pasó se resolvieron el lunes, cuando la conductora de 56 años regresó al foro de televisión.
A su regreso al programa de televisión Lili Estefan no dudó en contar los detalles de lo que le pasó y confirmó lo que ya había adelantado su compañero, todo se debió a una alergia.
“Lo último que yo hice el viernes, no este que acaba de pasar, el anterior, fue ir a cenar a tu casa”, recordó la presentadora. De inmediato, Raúl de Molina descartó que su malestar fue originado por la comida que él ofreció, pues, al evento asistieron “20 personas y nadie le pasó nada”, dijo el conductor.
“Tenía una dermatitis por contacto, estoy alérgica a ciertos químicos de contacto”, explicó Lili Estefan en la emisión.
La situación fue tan grave que se “le deformó la cara”. El propio Raul fue testigo de lo que le sucedió, pues su compañera de trabajo lo llamó para mostrarle cómo le había quedado la cara a raíz de la reacción.
Pero no fue solo la “deformación” de su cara lo que la mantuvo alejada del programa, Lili contó que también se tuvo que someter a varias pruebas para determinar cuál era la sustancia que le provocó la alergia, pues es la segunda vez en el año que le pasa.
Los estudios que le practicaron consistieron en ponerle parches en la espalda y pasar cuatro días sin bañarse. Raúl de Molina bromeó con que no le “permitió” regresar al programa hasta que se pudiera bañarse de nuevo.
La presentadora cubana también bromeó al decir que, hasta ahora, no le han detectado ser alérgica a su compañero, por lo que ahora que está completamente recuperada y pudo regresar a trabajar.
Pero sus problemas médicos la obligaron a hacer algunos cambios en su estilo de vida, por ejemplo, tuvo que cambiar muchos de los cosméticos que usa y no podrá usar esmalte de uñas.
