Maite Perroni presenta a su bebé
¿Cómo se sienten con la llegada de Lía?
Maite Perroni: Nos sentimos muy afortunados, es un regalo del universo, de Dios, es la misión más grande que tenemos en nuestra vida. Todavía no terminamos de dimensionar el amor tan grande que se puede sentir, es mágico.
Andrés Tovar: Es la felicidad total y máxima. Por más que todo el mundo te diga que te va a cambiar la vida y que todo va a ser diferente, cuando tienes a la bebé en tus brazos te das cuenta que tu corazón se expande y tienes una capacidad incondicional de amar. Nos ha cambiado la vida, estamos muy felices.
¿Cómo fue el parto?
Maite: Ese día estuvo lleno de emociones porque ya estábamos a la espera del gran momento, no sabíamos cuándo iba a suceder y originalmente íbamos a vivir un parto natural y esperamos a que se dieran las cosas. Llegamos a la semana 39, al día cuatro y Lía no terminaba de encajarse, empezaban las contracciones pero pasaba el tiempo y nada. De pronto, las circunstancias y el momento empujaron a que el doctor tomara la decisión de que fuera una cesárea para seguir adelante y que no hubiera ningún tipo de riesgo. Empezó la acción.
Andrés: A mí me habían dicho que esperara un rato afuera de la sala, que me iban a llamar. Llevaba una bocina y había preparado una playlist para el momento. Veo a Maite, le doy un beso, le pongo play a la música y llega el doctor a decirme que si quería conocer a mi hija. Pensé “¿cómo?, si apenas va la primera canción” [risas]. Fue muy rápido, pero verla y cortar el cordón fue increíble.