Diego Enrique Osorno lleva 'La Montaña' a la máxima casa de estudios en México
La primera función en el país de la travesía del EZLN, a través del Atlántico, se exhibirá en el Festival Internacional de Cine de la UNAM el 3 de junio.
Diego Enrique Osorno toma la llamada de Quién minutos antes de la inauguración del Festival Internacional de Cine de la UNAM (FICUNAM), encuentro en el que él exhibirá por primera vez en México la película La Montaña, una coproducción de Exile, Detective y Expansión Films.
Osorno se escucha emocionado de que la travesía que hizo con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) a través del Océano Atlántico encuentre su primera pasada en México en la Sala Miguel Covarrubias, de la máxima casa de estudios, que hace todo el sentido con el mensaje de liberación que se expone en el filme.
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El especial significado del estreno de 'La Montaña' en la UNAM para Diego Enrique Osorno
El periodista, uno de lo más respetados en nuestro país, abraza con todo orgullo que la Universidad Nacional Autónoma de México, en una sede tan bella, como lo es la Sala Miguel Covarrubias, y a través de su festival cinematográfico albergue la primera exhibición de su labor, al lado de la fotógrafa María Secco, con el EZLN.
"Pasado mañana (el 3 de junio, a las 17:00 horas) tiene su estreno en México. Es una proyección muy especial para la película porque es la primera vez que se va a ver en el país, además en un recinto hermoso y a partir de ahí comenzará a navegar en festivales en México, Europa y el mundo", adelanta Diego Enrique vía telefónica.
Osorno lo expresa directo, su meta es que La Montaña logre plantear "una nueva mirada sobre las utopías sociales que persisten en medio de un mundo como el actual, lleno de tantas injusticias, de situaciones cada vez también más desafiantes para la humanidad, como son el cambio climático, la posverdad y desafíos con la inteligencia artificial".
La Montaña navega entonces, desde la perspectiva zapatista —esa que cimbró a México y el mundo el 1 de diciembre de 1994 en el estado de Chiapas—, por estas aguas tan convulsas del siglo XXI, por eso es tan importante para Diego Enrique que su visión encuentre su exhibición en un sitio que también permanece incólume con el paso del tiempo.
"(Exhibirla) en la UNAM tiene un significado muy especial por esa autonomía, esa colectividad, esa utopía que todavía representa, que es la que marca también a La Montaña como película porque es un retrato del zapatismo, que esencialmente es una lucha por la autonomía, es una lucha utópica", asegura Osorno.
El realizador también aprendió durante su viaje con Lupita, de 19 años; Carolina, de 26; Ximena, de 25; Yuli, de 37; Bernal, de 57; Darío, de 47, y Marijose, de 39, todos del EZLN,que mantienen su lucha enraizada en la colectividad, "que nos enseña otro horizonte, en un momento en el que predomina el narcisismo colectivo", explica.
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Más que un viaje épico, la intimidad de convivir: la experiencia de Osorno
El viaje que permitió filmar La Montaña se realizó a partir del 2 de mayo de 2021, en lo que se convirtió en una especie de "torre de Babel" acuática a bordo del velero Stahlratte, que zarpó de Isla Mujeres, Quintana Roo, y llegó hasta Galicia, en el norte de España, 52 días después.
"¿Qué te dejó como hombre y periodista La Montaña?", cuestiona Quién al cineasta, quien se muestra como alguien con los pies plantados en la tierra. "Es una experiencia que atesoraré hasta el último de mis días, no sólo por la parte un tanto extraña y épica de cruzar el Atlántico, proeza que nunca me hubiera imaginado llevar a cabo", cuenta.
Más bien Diego Enrique valorará siempre el acercamiento humano: "Me llevaré la posibilidad de convivir, durante todos esos días, con un grupo de zapatistas que en este proceso compartieron conmigo toda la experiencia de lucha, de respeto por la vida, de conexión con la naturaleza que me interesaba documentar".
Si bien Osorno ya había comenzado su labor documentalista antes con el EZLN, él mismo acepta que este encuentro tan íntimo fue un parteaguas. "Nunca, hasta este viaje, siguiendo como documentalista al zapatismo terminé de encontrar varias claves que ahora son trascendentes en mi vida", expone.
Listo para entrar a la inauguración de FICUNAM, Diego Enrique adelanta que hará todo lo necesario para que después del circuito de festivales nacionales y extranjeros, la película tenga su corrida comercial y lleve a buen puerto esta enseñanza de vida que le dieron sus queridos y respetados zapatistas.
"Es un momento muy especial compartir la película en México, después de las funciones en Róterdam (…) Es una metáfora muy poderosa de lo que se puede hacer en colectivo, con culturas distintas que se interrelacionaron durante la navegación que se sintió como que estábamos en una montaña cruzando el Atlántico", finaliza Osorno.