Han transcurrido 13 días de la muerte del cantante Julián Figueroa y, con el dolor a cuestas, su mamá Maribel Guardia hace lo posible por retomar su vida.
La noche del viernes, tras ausentarse unos días como parte de su proceso de duelo, la actriz regresó a la obra de teatro Lagunilla mi barrio, bajo la producción de Alejandro Gou.
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¿Que hará Maribel Guardia luego del fallecimiento de su hijo Julián?
El público la recibió con aplausos cuando salió a escena y ella se mostró conmovida por tantas muestras de cariño. Al término de la función, se reunió con la prensa y recordó cuando hace unos días respondió a los comentarios que le hicieron sus seguidores luego de hacer una publicación en su perfil de Instagram.
“Estaba yo en la madrugada y empecé a contestar, y tanta gente que ha perdido un hijo como yo, que me hizo sentir que a algunos les contesté porque tenía que hacerlo, para que no se sintieran tan solas y tan mal. Eso le habría gustado (a su hijo) verme bien, verme entera y ese regalo que me dio, ese abrazo de luz que me dio, me traspasó mi tristeza a otro lugar. Ahora ya no le tengo miedo a la muerte”, comentó Maribel Guardia.
En entrevista para Radio Fórmula, la costarricense platicó que recién ocurrido el fallecimiento de su hijo, Julián Figueroa, se sentía muy mal, se levantaba y le temblaban las piernas.
“El otro día tuve una experiencia increíble, en el Rosario de Julián. Cerrando los ojos, empecé a rezar y en eso vi a Julián; les quiero contar esta experiencia para todos los que me están viendo que han perdido un ser querido, porque fue algo que transformó en ese momento el dolor que tenía”, relató a Radio Fórmula.
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¿Cómo vio Maribel Guardia a su hijo Julián Figueroa?
Precisó que cuando estaba rezando por su hijo, cerró los ojos y lo vio en medio de la luz. Julián Figueroa se veía feliz y radiante, mejor que nunca y eso la reconfortó porque sintió como si él le estuviera comunicando que se encontraba bien y que no se preocupara.
“Lo vi lleno de luz, con una sonrisa increíble, me abrazó, y cuando me abrazó, sentí toda la luz y la felicidad que él sentía que dije: ‘Dios mío, es que de aquí soy’, y no porque me quería quedar ahí con él, sino porque sentí que de ahí somos, que venimos de la luz. Me abrazó como tres veces, se veía pleno, lleno de luz, veías su pelo, pero con formas de luz, irradiaba, me daba vueltas y me abrazaba.
“Fue la manera en la que mi hijo me dijo ‘no te preocupes mamá, estoy bien’, no bien, está mejor que nosotros, y me dio otro sentido del dolor, porque estoy triste, pero no como estaba, es una tristeza de no verlo”, recordó Guardia.
Mencionó que ahora debe continuar con su vida porque es lo que Julián hubiera querido para ella. Finalmente, compartió que luego del abrazo que le dio a su hijo, ya no le tiene miedo a la muerte, pues a través de ese encuentro, sabe qué hay más allá, y es luz.