El pasado 2 de febrero, Nicolás Buenfil, hijo de Erika Buenfil , cumplió 18 años y días después, la actriz compartió en redes detalles de la gran fiesta que le organizó al lado de su familia y amigos
Aunque el festejo fue en grande, con muchos invitados en un salón, la ausencia de Ernesto Zedillo Jr., su papá, fue lo que más llamó la atención.
En declaraciones a la prensa, la estelar de la telenovela Perdona nuestros pecados reveló que el empresario sí fue invitado a la celebración con temática de Hollywood, pero desconoce los motivos por los que no llegó.
“Sí invitamos a su papá, simplemente no sé qué le contestó a Nicolás. Nada más lo mandó a felicitar y saludos”, explicó Buenfil para luego revelar que su hijo no se esperaba todas las sorpresas que ese día le preparó, que inicialmente habían contemplado a 100 personas y terminaron invitando a 230.
“A la hora del baile salió un chavo con zancos. Desde la entrada había cocteles, un cuarteto tocando música padre, hubo tres DJs, hubo cosas que él no se esperaba. Luego, al final el pastel tampoco se lo esperaba. Además de lo que él pidió, yo me extendí, hicimos una gran fiesta. Tiene mucha mamá”, destacó la llamada Reina del TikTok.
“La disfruté mucho porque también fue para mí. Fue el logro de tener a un hijo mayor de edad y presentarlo. No tuve a mi quinceañera, pero sí a mi dieciochoañero. Que no se le vaya a hacer costumbre, la próxima será una carne asada y punto, porque requirió de mucha dedicación”, explicó.
Aclaró que nadie le ayudó con los gastos, todos corrieron por su cuenta y fruto de su trabajo de muchos años en la televisión. “Se vio más de lo que era. Hay quien presume viajes y a mí me tocó presumir una fiesta”.
Con respecto a las críticas que en su momento recibió en redes sociales, reclamándole cierta frivolidad en la organización de la celebración, dijo que muchas cosas las consiguió a través de patrocinios y por la buena relación que tiene con diversas marcas.
"Muchas cosas parecían caras pero también tengo que decir que yo he hecho comerciales de las cosas que usamos para la fiesta y lo que dábamos. Nicolás se fue al mercadito, a la Merced, a comprar todo el kit de gorritos, no es que me haya ido a la tienda más cara. El salón fue una cosa, fuimos a una feria de exposiciones y lo conseguimos. La verdad, se veía más cara de lo que era. Lo más caro fue la bebida pero la compré en rebajas. Para eso trabajo, para darle a mi hijo satisfacciones", concluyó.
