Hugh Grant y Chris Pine humanizan a Hollywood y a los 'blockbusters'

Chris optó por un must de la temporada, un traje de lino en azul cerúleo, que combinó para un toque más juvenil con una playera blanca y unas alpargatas en camel. Mientras Grant tenía esta característica actitud en la que le gusta bromear con todo, Pine es un tanto más serio.

Pero ambos prestan toda su atención ante la pregunta que se les hace de lo que les deja poder dar vida a Edgin Darvis (Chris) y a Forge Fitzwilliam (Hugh), el protagonista y antagonista, respectivamente, quienes pueden mostrarse tal cual son, con sus defectos y con matices en sus acciones.

Chris y Hugh tienen personajes con defectos y no héroes de acción

"No es el tipo de películas que por lo general hago, pero ésta es muy divertida porque es acerca de unos 'perdedores’ y yo los amo. Los personajes centrales son un músico y una barbarian que tiene un matrimonio infeliz y me encanta. Felicito a los directores a quienes se atrevieron a traer humanidad a Hollywood y a los blockbuster", dijo Grant.

Para Hugh es un gran logro que en una película de acción y gran presupuesto los centrales sean personas con defectos —aunque el británico aseguró que él "no tienen ninguno", por lo que darle vida a alguien que sí, fue un "extenuante ejercicio actoral"— los que llevan el peso de la historia, inspirada en un juego que es de culto.

En tanto, Chris compartió que aceptó darle vida a Darvis porque encontró un rol con el que él y todo aquel que vaya al cine se puede sentir identificado: "Crecí viendo a Indiana Jones (Harrison Ford) y a Bruce (Willis) en Duro de matar, ellos son mis arquetipos, pero aquí es gente normal tratando de hacer cosas extraordinarias".

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Pine aseguró que es muy bueno que en la gran pantalla la gente tenga la oportunidad de ver a héroes y heroínas, pero también de vez en cuando es necesario que el gran público "se vea reflejado". En este rodaje, explicó Chris, pudo también recordar su adolescencia e hizo referencias a otras cintas de culto como Los Goonies.

En esta visita en la que estuvieron presentes también la actriz Sophia Lillis, el director Jonathan Goldstein y el productor Jeremy Latcham, como detalle curioso, se reveló que tras obtener el papel y para sentirse más conectados con el universo, los actores tuvieron que jugar durante cuatro horas a Calabozos y dragones.