La muerte de la actriz Rebecca Jones ocurrida la madrugada de este miércoles conmocionó a sus seguidores y a sus colegas, sin embargo y según confirmó su representante, Danna Vázquez, su partida ocurrió "en un momento de paz junto a su familia".
Según informó el periodista Gustavo Adolfo Infante al respecto, el actor Alejandro Camacho, quien estuvo casado con Jones por 26 años, estuvo a su lado al momento de su muerte.
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El presentador aseguró que los médicos de Rebecca le informaron a la familia que "no pasaría la noche", razón por la que todos se reunieron y su único hijo, Maximiliano Camacho, llamó a Alejandro para que se despidiera de su ex esposa.
"Me estaban contando que ayer Camacho estaba comiendo en un restaurante de la zona de Polanco, en la colonia Anzures, en la Ciudad de México, cuando le dijeron 'hoy es su último día (de Jones)'", comentó Infante.
La noticia, además de sorpresiva le causó mucho dolor. "Alejandro lloró y se fue a casa de Rebecca, y ahí fue donde ella murió a la una de la mañana, con su hijo Maximiliano y Camacho… habló con el chavo, sobre lo que era la muerte, pero estaba desconsolado", comentó Gustavo Adolfo.
La última vez que Alejandro habló públicamente de Jones, lo hizo con una muestra de cariño y admiración, por lo que su cercanía era notoria. "Fantástica, maravillosa actriz, maravillosa amiga, con un sentido del humor verdaderamente espectacular, la quiero muchísimo, estamos divorciados hace muchos años", comentó.
El matrimonio de Rebecca Jones y Alejandro Camacho
Camacho y Rebecca se conocieron gracias a amigos en común, y aunque desde el principio a él la actriz le pareció muy guapa, ambos estaban comprometidos, Alejandro con Alma Muriel, mientras que Jones estaba en un noviazgo con su colega Humberto Zurita.
A pesar de que permanecieron 26 años juntos, al comienzo Camacho no tenía ninguna atracción por Rebecca. " Me caía gorda, tiene un carácter muy grueso". Pero una vez que lo dos estuvieron solteros las cosas cambiaron, aunque tuvo que ser ella la que dio el primer paso.
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"No movía ni un dedo, se paralizaba. Entonces yo le dije sabes qué, tú me encantas, y yo estoy segura de que yo te encanto, entonces por qué no nos juntamos", reveló en su momento la protagonista de Cuna de lobos.
Así fue como comenzaron su romance, en el que decidieron vivir juntos en unión libre durante cuatro años, hasta que la mamá de Jones un día los cuestionó: "Preguntó que por qué no nos casábamos, y dijimos sí", aunque la gran sorpresa para la pareja fue que les pidió que lo hicieran ese mismo día.
Así la ceremonia se llevó a cabo a las 04:00 de la tarde, pero por la premura que fue armada a Alejandro su suegro le tuvo que prestar una corbata y a Jones su hermana un vestido. Con todo y papel su relación se mantuvo igual: "Siempre fuimos abiertos, claros, honestos, nos equivocamos como todos, pero la quiero mucho", contó Camacho.
A los tres años de matrimonio, en 1989, llegó su hijo Maximiliano. Pero la icónica relación no llegó a buen puerto y en 2011 anunciaron públicamente que tomaron la decisión de divorciarse unos años antes; la actriz explicó en su momento que no lo revelaron de inmediato porque el público los consideraba la pareja perfecta.
Sin terceros en discordia la separación fue amistosa. "Si tú ya no estás bien en una situación no tienes por qué quedarte ahí por complacer al público, que es lo que me pasó a mí. Es que éramos la pareja perfecta casi, casi, pero nadie sabe qué pasaba detrás de las puertas", expresó Rebecca.
Su divorcio fue tan sólo una transformación de su relación para ambos, no se trató de una gran pelea, sino simplemente de seguirse viendo esporádicamente y mantener ese cariño que siempre los unió, como dijo Alejandro, su amor "no se acabó", simplemente se "transformó".