Nunca es tarde, aunque en su caso las dudas y los cambios de opinión acabaron en su divorcio de Gisele Bündchen.
Tom Brady, el jugador de fútbol americano más relevante de la historia, anunció su retiro definitiva el pasado mes de febrero, un año después de que anunciara su jubilación, para desdecirse casi de forma instantánea y regresar a los terrenos de juego unas semanas más tarde.
Ahora, el que fuera quarterback de los New England Patriots y los Tampa Bay Buccaneers confirmó que cumplirá por fin aquello que tanto deseaba su antigua esposa, antes de que ésta se hartara y pusiera fin a su matrimonio.
En entrevista con la revista People, Brady mostró su entusiasmo ante la perspectiva de pasar más tiempo con sus hijos, tanto los de su extinta relación con la modelo brasileña, Benjamin (13) y Vivian (10), como su primogénito John (15), a quien tuvo con su primera esposa Bridget Moynahan.
Aunque el fútbol americano siempre será su gran pasión, el deportista de 45 años entiende que ahora le toca a él quedarse en las gradas y ceder todo el protagonismo a sus hijos, tras más de dos décadas de éxitos profesionales. "No hay nada que ame más en el mundo que el fútbol, pero tengo hijos pequeños. Creo que ya han visto demasiados partidos de su padre. Ha llegado el momento de que sea yo el que les vea", dijo en su entrevista.
Tom Brady y Gisele Bündchen emitieron el pasado octubre un comunicado conjunto para dar a conocer la noticia de su separación, 13 años después de su boda.
Desde entonces, ambos han demostrado que el fin de su historia no ha extinguido por completo ese vínculo afectivo que sigue existiendo entre ellos, muy condicionado por sus responsabilidades compartidas en la paternidad.
Cuando el deportista certificó el fin de su carrera profesional, hace poco más de un mes, la modelo no tardó en mandarle un mensaje de ánimo y apoyo. "Te deseo cosas maravillosas en este nuevo capítulo de tu vida", escribía.