Brendan Fraser era el gran favorito para ganar el premio Oscar como Mejor Actor por su actuación en la película La ballena, pero ni él mismo fue plenamente consciente de su triunfo en el instante en que escuchó su nombre.
Por su cabeza pasaron, en cuestión de segundos, algunas teorías sobre la cautela con la que supuestamente debía afrontar lo ocurrido, sobre todo la de que su nombramiento podría deberse a un error como el que cometió Faye Dunaway en 2017, cuando proclamó a La La Land como la mejor película de la temporada cuando la verdadera ganadora había sido Moonlight.
"Cuando oí mi nombre, al principio pensé: 'Esto no puede ser cierto... Pero lo era, pensé que se habían confundido. Así que tuve que subir rápidamente al escenario y decir algo lo antes posible", reveló Fraser poco después de la ceremonia y una vez procesado todo lo ocurrido.
Lo cierto es que, hace unos años, hubiera sido difícil de imaginar que Brendan Fraser ganara una de las estatuilla más preciadas de la industria del cine, teniendo en cuenta que el intérprete prácticamente había desaparecido de la industria cinematográfica tras destacarse, en la década de los noventa, como ídolo del cine de acción y del género de la comedia.
La ballena, cinta por la que Fraser recibió su primer premio Oscar, ha devuelto al artista estadounidense a la cima del éxito y le ha ayudado a reinventarse como actor dramático.
En ese sentido, el actor tiene mucho que agradecer al director del filme, Darren Aronofsky, quien le lanzó un "salvavidas creativo" en el momento en que más lo necesitaba, cuando todavía arrastraba las secuelas emocionales de un duro divorcio y de otras vivencias muy desagradables.
"Quiero dar las gracias a la Academia y a nuestra productora por hacer una película tan arriesgada. Me siento agradecido a Darren Aronofsky, por lanzarme este salvavidas creativo y acogerme en este barco que ha sido 'La ballena'. Ha sido escrita por Samuel D. Hunter, que es nuestro faro", declaró el actor sobre el escenario cuando recibió el premio.
Brendan Fraser, quien perdió el Globo de Oro en favor de Austin Butler por su actuación enElvis el pasado mes de enero, optó por no asistir a esa gala, la considerada antesala de los Oscar, debido a los abusos sexuales que sufrió en 2003, de acuerdo a su testimonio, a manos de Philip Berk, quien presidía la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood en esos años.
Antes de ser oficialmente incluido en la lista de candidatos de esa ceremonia, el actor ya había dejado muy claro que no acudiría a la cita, entre otras razones, para defender su orgullo y sus firmes principios. "No, no tomaré parte en eso. Mi madre no crió a un hipócrita. Se me puede llamar de todo, pero no eso", reveló el actor en entrevista para la revista GQ.