La imagen pública de J.K. Rowling ha sufrido un duro golpe debido a los comentarios acerca del sexo biológico y la identidad de género que ha realizado a lo largo de los últimos años, o de su postura en contra de las legislaciones que permiten a una persona cambiar su género legal sin someterse a una cirugía de reasignación o sin seguir una terapia hormonal.
A pesar de las amenazas de muerte, J.K. Rowling seguirá diciendo lo que piensa
Todo comenzó con un tuit suyo en el que reaccionaba a un titular que incluía la expresión Personas que menstrúan' y se preguntaba con mucha sorna: "Estoy segura de que antes existía una palabra para referirse a ellas. Que alguien me ayude".
Unos días más tarde publicó un artículo propio en el que explicaba por qué cree que los derechos de las mujeres están siendo amenazados por la lucha del activismo trans, para conseguir por ejemplo certificados de cambio de género sin necesidad de someterse a cirugías de reasignación de sexo o terapia hormonal.
Independientemente de lo que se piense de su postura, hay que reconocer que la escritora no se ha dejado intimidar por las críticas, las muestras de rechazo públicas o incluso las amenazas de muerte que ha recibido. Ni piensa hacerlo.
J.K. Rowling acaba de estrenar un nuevo podcast que bautizó como El juicio de brujas de J.K. Rowling y ha dejado claro que no le preocupa lo más mínimo que su postura acerca de un tema tan delicado pueda hacer sombra a las ventas de su libros o al impacto que han tenido sobre varias generaciones de niños.
"No me paseo por mi casa pensando en mi legado. Qué pomposo sería ir por la vida pensando en cuál será mi legado. Da igual, yo ya estaré muerta. Me importa el ahora. Me importan los vivos", ha afirmado en el primer episodio.
Sin embargo, sigue insistiendo en que sus comentarios fueron "profundamente" malinterpretados por quienes la acusaron de ser transfóbica y que nunca fue su intención "molestar a nadie".