El divertido momento que Martiño Rivas vivió con Diego Luna
El guapo actor español visitó Ciudad de México para presentar la serie de Lionsgate+ 'Nacho'; reveló también la gran admiración que siente por Ana de Armas.
A Martiño Rivas (Vimianzo, 38 años) lo vimos recientemente en la serie de Netflix Las chicas del cable, ahora regresa a los dispositivos a través de Lionsgate+ con la biopicNacho, que abre al ideario común los entretelones de una de las industrias más exitosas y a la vez estigmatizadas: el porno, a partir de la vida de una estrella española.
Martiño tiene una voz honesta y de cariño cuando habla de su regreso a Ciudad de México, que visitó hace 20 años con sus papás; entonces conoció y se enamoró de Xochimilco, así como de la gente y la comida. Ahora se dio tiempo para disfrutar del sitio en solitario, el domingo, porque su mamá se quedó cuidando a su hija Ayo en España.
Publicidad
La trabajada figura de Rivas no se esconde ni con los jeans y se confirma con la piel que enseña con su camisa de manga corta; su disciplina para lo físico es igual cuando se trata de enriquecer su mente y sus valores como un hombre que ya es papá y que tiene una relación con la top modelLily Fofana.
En su paso por la capital de nuestro país Martiño se sincera y se mostró muy down to earth al compartir que él también tiene ídolos, entre ellos cuatro mexicanos; los directores Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón y Alejandro G. Iñárritu, así como su colega Diego Luna, con quien vivió un momento muy divertido.
"Me encantaría trabajar en México, tienen a los tres cineastas que son los más potentes a nivel mundial, actores… el otro día vi a Diego Luna por la calle en Madrid y me sentí ridículo, pero me puse súper loco, le dije: '¡Que actor tan espectacular… lo que haces!', y él respondió (con gesto cómico); 'Vale, vale… gracias'", cuenta animado Rivas.
Una ídolo más… Ana de Armas
Martiño también tiene en sus colegas españoles a gente a la que admira, hace eco a lo hecho por Penélope Cruz o Javier Bardem, pero de entre ellos sobresale una actriz con doble nacionalidad —nació en Cuba—, con la que ya pudo trabajar en El internado, y a quien cariñosamente apoda Bollo; en Ana de Armas hay una mujer a la admira de sobra.
"Lo que ha hecho Ana no tiene precedentes, por lo menos en el cine español, sí que hemos tenido grandísimos actores, evidentemente ahí está Antonio Banderas, pero la diferencia es que todos tenían una carrera muy sólida antes de viajar a Hollywood", recuerda Rivas también del trabajo de Pé y Javier con Almodóvar o Bigas Luna.
Pero con De Armas, enfatiza el actor, "no hay precedentes para alguien que haya alcanzado el éxito tan rápido y fulgurante, entonces hay que quitarse el sombrero ante Ana, yo sigo su trabajo y cada vez sigue mejorando, avanzando y conquistando nuevas cosas, así que es fenomenal y un ejemplo a seguir, estoy orgulloso de haber compartido escena".
Publicidad
En equilibrio como papá
A pesar de lo complejo que puede ser enfrentar la narrativa de desmenuzar, a partir de la vida de Nacho Vidal los claroscuros de la pornografía en España, Martiño considera que la producción de Teresa Fernández-Valdés puede disfrutarse en familia, él vio el primer capítulo de Nacho con su mamá, su papá y su hermana en la sala de su casa.
Aunque la serie no es apta para niños, sabe que quizá algún día Ayo la vea, ya mayor, y él está cierto que podrá mirarla a los ojos y exponerle que eligió encarnar a la estrella porno más internacional de España, con el propósito de echar luz a lo que sucede en ese negocio, para hacer que el tema de conversación sea evitar tantas injusticias que pasan.
"Siempre he procurado ser responsable, mi papá es escritor, con una conciencia social muy fuerte, muy comprometido y aunque yo soy más laxo, siempre he procurado no hacer cosas de las que me pueda arrepentir, no sé si la paternidad ha acentuado eso, puede que sí, pero no fue un obstáculo para para desvestirme de Nacho", acepta Rivas.
Qué opina del sexo
Contrario a lo que se pudiera esperar, por su look de galán de cine y televisión, Martiño no es alguien que le guste practicar el sexo à la carte, más bien se define como un hombre que no podría estar con alguien a menos que tenga una relación profunda, que involucre sentimientos y no sólo como una práctica casual.
"No lo practico todo lo que a mí me gustaría, para mí el sexo tiene que ver con la intimidad, algo de comunión, el sentido de compartir algo verdaderamente íntimo, que es muy difícil para mí desvincularlo de lo emocional, del afecto, de cierta afinidad, de abrirte a otra persona y de compartir algo preciado", comenta Rivas.
Finalmente, el guapo actor invita a los mexicanos a no perderse Nacho, a partir del 5 de marzo, a través de Lionsgate+; aunque también dejó claro que debe verse con una perspectiva de no como una biopic de rigor histórico, sino como el retrato de una vida dentro de una de las industrias más compleja del orbe.