Luis Miguel y Paloma Cuevas volvieron a presumir su amor en Nueva York, concretamente en el Bemelmans Bar del Carlyle Hotel, una de las zonas más exclusivas de Manhattan. Aunque ninguno de los dos quería llamar la atención, lo cierto es que no pudieron evitar que los clientes se percataran de su presencia.
Tras filtrarse las imágenes del citado momento, un fan contó a El Mundo de Regina que pese a que pudo hablar con El Sol, no pudo tomarse una foto con el cantante.