Cada que alguna pareja del espectáculo se divorcia, es común que sobrevengan los problemas legales, ya sea por defender y conservar parte del patrimonio que alcanzaron juntos o por la custodia de los hijos, si es que los tienen.
En otros casos, inician una guerra de declaraciones a través de los medios públicos y redes sociales, o quizá se dedican canciones de despecho para “facturar”, como es el caso de Shakira contra Gerard Piqué.