Mucho antes de convertirse en una estrella gracias a la película Juegos Sexuales, Sarah Michelle Gellar comenzó su carrera en la actuación como muchos otros de sus compañeros de profesión: en el mundo de la publicidad.
Cuando era una niña, consiguió el papel principal en una gran campaña para Burger King que acabó causándole un problema inesperado porque fue la primera persona en decir el nombre de otro competidor en un anuncio.
"Así que McDonald's se enojó y demandó a la agencia de publicidad, a Burger King y a mí, que tenía tan solo cinco años", reveló en declaraciones a Buzzfeed UK.
Lo que mejor recuerda Sarah de aquel trabajo es lo emocionada que estaba ante la oportunidad de comerse una hamburguesa, porque en aquella época no le permitían comer comida rápida frecuentemente su mamá le había prometido que haría una excepción por una vez.
Es fácil imaginar su decepción cuando descubrió la realidad que se esconde tras un rodaje cualquiera: que casi todo lo que se ve en pantalla es falso.
"Y lo que aprendí aquel día es que, cuando hacen las hamburguesas para comerciales, pegan cada semilla en el pan una a una para que se vea todo perfecto y precioso, y luego la lacan, y la pintan. La televisión no es real",recordó.
