Mucho antes de convertirse en una estrella gracias a la película Juegos Sexuales, Sarah Michelle Gellar comenzó su carrera en la actuación como muchos otros de sus compañeros de profesión: en el mundo de la publicidad.
Cuando era una niña, consiguió el papel principal en una gran campaña para Burger King que acabó causándole un problema inesperado porque fue la primera persona en decir el nombre de otro competidor en un anuncio.