0V7 hace una fiesta por sus 34 años y la dedica a 'Jona' Lule
Ante 10 mil de sus fieles seguidores la agrupación armó una 'experiencia' para festejar este importante aniversario, en el que toda la polémica quedó atrás, y que fue un tributo a los que ya no están.
La generación 1989 celebró por todo lo alto que cumplieron 34 años de historia en los escenarios. En el arranque de un esperadísimo concierto, los integrantes de OV7 mostraron un video en el que hicieron eco de las edades tan cortas en las que iniciaron este sueño, que pese a cualquier cosa sigue vigente.
Pero esta noche fue aún más especial porque la banda celebró su recital número 32 en el Auditorio Nacional y se cumplieron 25 años desde que debutaron en sus tablas, así que la fiesta fue por partida triple y las 10 mil almas reunidas lo sabían, por eso se entregaron como siempre.
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Con fuego saliendo del entarimado, la fría noche en la CDMX se calentó al máximo, más aún al escuchar rolas que son favoritas de todos, como Más que amor, Love colada y Tus besos, que dieron la mejor de las bienvenidas con la nostalgia al tope y con la certeza de que todo quedó atrás, cuando Ari recibió los alaridos más ensordecedores.
Aunque Kalimba también fue muy piropeado. Luego de la euforia de las primeras canciones, cada uno tuvo oportunidad de saludar a sus fans y Lidia Ávila, Borovoy, Marichal, M'balia, Mariana Ochoa, Óscar Schwebel y Erika Zaba, todos vestidos de negro hicieron promesas y más que nada agradecieron.
"Estamos felices de que volvió el momento para vernos y ser cómplices de la historia que tiene un sólo propósito, OV7", expresó Erika. Mientras que Kalimba comentó lo innegable: "Teníamos que ser los siete juntos para ustedes y esta noche lo vamos a dar todo".
M'balia recordó que la agrupación está cumpliendo 34 años y, aceptó, "no podía ser posible sin ustedes, que han estado para bailar, cantar, abrazarnos, cuando se puede, y hacernos quienes somos hoy". Mariana también exaltó otro festejo más, este fue el séptimo recital en el Coloso de Reforma de esta gira, aunque dijo "se siente como el primero".
Algo que Ochoa también quiso agradecer fue que varios de sus fans ya tienen hijos y ahora les han inculcado el gusto por escuchar su música, así que "ya somos una nueva generación OV7". Ari dio la bienvenida a "la celebración más grande de toda nuestra historia; lo que vivamos hoy, se va a quedar en nuestros corazones y en los suyos".
Lidia quiso comentar que han extrañado mucho a todos sus seguidores e hizo la promesa de que "lo que les tenemos preparado no es un concierto, es una experiencia". Óscar remató al comentar que "esta noche puede ser todo, pero lo único que está prohibido es quererme", y justo dio paso a esa melodía.
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Como bloques temáticos la agrupación presentó lo mejor de su repertorio. El segundo fue con todos de blanco y el mix de las melodías Shake, shake; Magia, No me digas nada, Caleidoscópico, Desintoxicada, Desbaratándome, Tenemos un secreto, En algún lado y Volveré, que cantaron en solitario los hombres del grupo.
La banda desapareció por un momento y fue el público con varias dinámicas el que la regresó a escena. Los 10 mil reunidos cantaron Espejito, mostraron su habilidad al hacer la coreografía de No es obsesión y aplaudieron lo más fuerte que pudieron en Que triste es el primer adiós. Con su energía el respetable lo consiguió y los siete volvieron.
Con una temática de Cafetería sonaron varios clásicos de los 60's, pero también sus propios como la máxima Aum, aum. Hubo carritos en los que entraban muy bien ellos, escenografía alusiva y, aunque la euforia no fue la misma que con el resto de sus cortes, mantuvieron la emoción de todos.
Una pausa más y llegó otro momento, pero ahora con gabardinas negras que tuvo otro instante muy emotivo, con sus baladas más representativas. "Gracias por esta aquí esta noche, sabemos lo difícil que está allá afuera la cosa y aun así compran boletos y se los agradecemos con nuestro amor y música", expresó Schwebel.
Luego, Lidia fue presentada por su compañero y hermano, quien aplaudió su resiliencia, más en esta noche que a pesar de que perdió a alguien muy cercano, cumplió con su compromiso como las grandes. Antes de entonar Confieso, la intérprete hizo una dedicatoria muy especial.
"La canción que vamos a presentar es muy significativa para el grupo y conforme la gira avanza ha tomado otro sentido para mí; es para las personas que hemos perdido a un ser querido. Hoy mi corazón está muy triste, el medio del maquillaje perdió a un gran talento y yo a un amigo, Jonathan Lule se nos fue", expresó Ávila.
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Lidia le envió a su amigo "un beso hasta allá arriba, muchos", aunque también aceptó que "la vida sigue y aquí estamos, con una sonrisa y les rendimos un homenaje a todos los que se nos adelantaron. Los que están allá arriba deben estar muy orgullosos de todos nosotros".
Luego los Marichal dieron paso a otro recuerdo más que nostálgico. "Gracias por seguir creyendo en nosotros, soñando con nosotros y ser parte de esto que hoy, 34 años después, se sigue llamando OV7", comentó Kalimba; mientras que M'balia recordó las aventuras que vivieron juntos de niños y ahora al lado de todo el grupo.
Luego de pedirle al público que abrazaran si venían con una persona que amaban, le regalaron Te necesito, lo más especial fue que aparecieron los hijos de cada integrante en el escenario para hacerles compañía. Luego de estos intensos instantes, siguió todo el punch con sus canciones más aplaudidas.
Así sonaron Mírame a los ojos, con una de sus más famosas coreografías; luego No es obsesión con un intro en una versión distinta, pero con su distintivo y favorito baile, y para rematar el momento tan energético, pero también lleno de nostalgia, llegó Un pie tras otro.
Kalimba, Óscar y Ari pusieron a competir al Coloso de Reforma; en tres equipos se dividió el nombre, y cada uno gritaba las letra y el número: "¡O, V, 7…!", al final los tres agradecieron la manera de gritar e invitaron a siete gritones al escenario, entre ellos a Mireya, que ayer tomó su última quimioterapia y para festejar la vida subió al escenario.
Esta etapa fue una fiesta infantil en la que sonaron Susanita tiene un ratón, Calendario de amor y otra de las más populares Pónganse botas y los siete invitados subieron a bailar con ellos. Ya cerca del final Ari y Erika anunciaron que por el éxito regresarán al Auditorio Nacional el 29 y 30 de abril y para celebrar cantaron, entre burbujas, Te quiero tanto.
Aunque parecía que la velada había llegado a su final, luego de que Borovoy y Zaba hablaron del tema de las edades, aún había sorpresas. Ya en la recta final sonaron las canciones que los llevaron a la cima como Vuela más alto, Shabadaba, en la que ellos bailaron muy sexy para gusto de todos, y para su salida en falso eligieron Enloquéceme.
Así como la primera vez que dijeron adiós a todos sus fieles seguidores; en este festejo, el cierre con el que OV7 le demostró todo su amor a quienes los han apoyado durante estos 34 años, no podía ser diferente más que al entonar el corte que lo mismo es una promesa para otras tres décadas más, No me voy, con la que se despidieron a las 23:06 horas.