Luego de una larga ausencia en el país, Ale Capetillo arribó a México el pasado 29 de diciembre para celebrar el inicio del 2023 al lado de sus papás Biby Gayán y Eduardo Capetillo, así como de sus cuatro hermanos, Eduardo, Ana Paula, Daniel y Manuel.
Todo había transcurrido de la mejor manera. Lo primero que hizo al llegar fue acudir a un local para comer tacos al pastor y los siguientes días se dispuso a recorrer la Ciudad de México al lado de Ana Paula. Estuvieron juntas en el Parque La Mexicana de Santa Fe, pero algo inesperado sucedió en el camino.
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Ale Capetillo relató que sintió que se moría
El miércoles pasado, la modelo e influencer de 23 años comenzó a sentirse mal y cayó en cama sin explicación aparente ante lo que estaba sintiendo.
“No sé qué me pasó, me desperté y ya me sentía un poco mal. No sé si comí algo mal o qué, el chiste es que me sentía mal, molesta en el cuerpo, como que me cayó algo pesado. Sin embargo, fui a hacer ejercicio y cuando regresé, sentí que me moría”, relató a sus casi 500 mil seguidores en Instagram.
“No es broma, sentí que me moría. No sé si porque comí algo mal, pero todo el día estuve fatal y dormida. Tenía cero apetito, yo creo que es porque no he tomado una pausa para descansar, ni siquiera ahora que estoy de vacaciones, sigo con mi actividad sin parar, me levanto temprano, hago ejercicio todo el tiempo, estoy de arriba para abajo y siento que mi cuerpo me está diciendo: ‘Ale, tranquilízate’. Lo que se me hace raro es que cero tenía apetito y eso me causaba más náuseas”.
Ale Capetillo platicó que a fin de conocer lo que le estaba sucediendo, buscó en Google y la respuesta que halló la hizo sentir peor.
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No sabe qué fue lo que le pasó
“Obviamente, me salió algo así de tienes cáncer, te vas a morir mañana, hasta luego Ale, bye. Es lo peor que pude haber hecho y todo el día estuve muy preocupada por lo que me estaba pasando”, comentó.
Por fortuna, su malestar sólo fue de 24 horas y, literal, hoy vive para contarlo. Relató que la noche del miércoles comió una sopa de fideos y se sintió como nueva, además de recibir el apapacho de su familia.
“No sé qué me pasó, de verdad, no lo sé. Nadie entendió en mi casa qué fue lo que me pasó. Mi cuerpo me está diciendo que necesito relajarme porque no he parado. Hoy me levanté más tardecito, tranquila y a gusto, estoy perfecta”.
En su jueves de chisme, su tan esperada sección en Instagram, la joven que radica en España desde hace dos años, platicó que conoció a Chocolate, un perro con el que logró empatizar durante su visita a una tienda de mascotas y pidió que alguien lo adopte porque ella no puede llevárselo a casa.