La actriz y directora Olivia Wilde no ha tenido que hacer acto de presencia en el tribunal de Lavender Hill (Londres) para escuchar del juez el castigo que ya le tenía preparado en relación con una llamativa vulneración de las normas de tráfico que se produjo el pasado mes de mayo.
Olivia Wilde resuelve por fin sus problemas con la justicia británica
Esa primavera, la artista estadounidense superó ampliamente con su potente Audi el límite de velocidad, de 30 millas por hora, que establece el barrio de Ealing, en el este de la capital británica, para sus zonas más concurridas y a fin de proteger especialmente a peatones y ciclistas.
Lo cierto es que el equipo legal de la intérprete llevaba ya meses negociando un acuerdo con la fiscalía que, finalmente, le llevará a tener que abonar más de 300 libras al erario público. La sesión judicial se celebró a puerta cerrada la semana pasada y se determinó que, además de tener que pagar 220 libras de multa, Olivia deberá desembolsar 90 libras por los costes judiciales y 34 libras más por intereses de demora.
Por si eso no fuera suficiente, Olivia Wilde también perdió tres puntos de su licencia de manejar, de lo que se desprende un nuevo revés para la intérprete con el Reino Unido como telón de fondo.
Hay que recordar que, en el momento de los hechos, la cineasta mantenía un mediático noviazgo con el ídolo pop Harry Styles, de quien se enamoró durante el rodaje de la película 'Don't Worry, Darling'. De hecho, la artista tuvo que citar como lugar de residencia en Londres la vivienda de su entonces pareja, de quien se separó a finales del pasado noviembre.