Gary Friedkin, que sobresalió en el cine por su participación en la película Star Wars: El regreso del Jedi, murió a los 70 años, víctima de covid-19.
Se le recordará por haber interpretado a un ewok en la película de 1983 aunque dos años antes hizo su debut en la pantalla junto a Carrie Fisher en Under The Rainbow de 1981.
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Gary Friedkin llevaba tres semanas y media hospitalizado
El medio Tribune Chronicle informó, a través de un comunicado, que Friedkin murió "pacíficamente".
"Su legado vivirá a medida que las historias sean contadas y contadas en los años venideros por todos los que lo amaron", se lee.
En la publicación se detalla que Friedkin falleció el pasado 2 de diciembre, después de “soportar tres semanas y media difíciles” en cuidados intensivos luego de complicaciones relacionadas con el covid-19.
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Lo describen como una persona increíble
Lo destacó, además, como un actor que significó "un regalo para todos los que lo conocieron como un hijo, hermano, cuñado, tío, tío abuelo y amigo increíble. Gary vivió su vida al máximo, trayendo risas interminables a su familia y muchos amigos, sin dejar que los obstáculos que enfrentó se interpusieran en su camino”.
Además destaca que puso innumerables sonrisas en las caras de las personas y dejó a muchos con su propia “historia especial de Gary'".
Cabe destacar que medía 1.20 centímetros y por ello fue elegido para realizar diferentes papeles de seres bajitos, tales como: el asesino Buckley en Hard Rock Zombies; una de las criaturas en La Dimensión Desconocida y hasta un enano de Blancanieves en la película de 1987.
Al ser un ewok en Star Wars se distinguió como un primitivo ser peludo y de baja estatura que habita en la luna boscosa de Endor. Este personaje y toda su comunidad obtienen relevancia en el episodio VI, cuando ayudan a la Alianza Rebelde a destruir el generador de escudo de la Estrella de la Muerte II.