Han pasado 12 años desde que Harry Styles asistió a la audición que le cambiaría la vida para siempre. Aún siendo un adolescente, el británico se presentó en el famoso concurso de talentos X Factor en busca de una oportunidad para mostrar que podía comerse al mundo. En ese entonces, su experiencia sobre los escenarios se limitaba a un concurso de bandas que había ganado con sus amigos de la infancia.
“Mi mamá me dice que soy un buen cantante, mis amigos también”, fue lo que contestó Harry cuando Simon Cowell, uno de los agentes de talentos más famosos del mundo, le preguntó por qué había asistido a la audición. Después vino One Direction, el éxito mundial y la ya conocidísima separación de la boyband que marcó a una generación.