Este fin de semana, el ex presidente de Estados unidos, Donald Trump , consiguió robarle parte del protagonismo a su hija Tiffany Trump en el día de su boda porque todo el mundo estaba al pendiente de sus gestos y de su actitud para ver si los resultados de las elecciones legislativas habían arruinado su buen humor al no haber conseguido la abrumadora victoria de los republicanos que él había pronosticado.
El extraño discurso que dio Donald Trump en la boda de su hija Tiffany
Sin embargo, Trump supo dejar de lado la política por un día para apoyar a la cuarta de sus cinco hijos, y la única que tiene con su segunda esposa Marla Maples, con quien antes de casarse había mantenido un romance que fue la causa de que terminara su primer matrimonio con la fallecida Ivana Trump.
Y el huracán se fue...
El millonario clan decidió dejar atrás las diferencias del pasado con motivo del gran día de Tiffany y, de esta forma, la novia pudo posar junto a sus papás, su madrastra Melania y su hermanastra mayor Ivanka como una gran familia feliz.
¿Qué dijo Donald Trump en el discurso que dijo en la boda de su hija Tiffany?
Donald Trump se encargó de acompañarla camino al altar para que le diera el 'Sí, acepto' al rico heredero Michael Boulos y también cumplió con la tradición que corresponde al papá de la novida de ofrecer un discurso, aunque el magnate lo hizo muy en su estilo durante el banquete que se sirvió después de la ceremonia.
Por una parte, Trump alabó a su nuevo yerno asegurando que es una persona muy madura para su edad (ya que tiene 25 años) y aprovechó la oportunidad para presumir las excelentes conexiones que tiene revelando que él, personalmente, lo ha visto "codearse con gente muy importante". Y por otra, le hizo una advertencia medio en serio, medio en broma asegurándole que más le valía tratar bien a Tiffany.
El empresario neoyorkino de 76 años también mencionó el huracán que había estado a punto de arruinar la boda para afirmar que él había tomado la decisión de arriesgarse y no prepararse para la posible lluvia.
Al final, todo salió bien, pero...
"Estaban muy preocupados. Me dijeron que iban a construir una gran carpa sobre la piscina. Yo no quería ninguna carpa porque, si levantas una, sucederán dos cosas. En primer lugar, te costará dinero, ¿y quién quiere gastar dinero? Además, no es lo mismo. Así que le dije a Tiff: 'Vamos a arriesgarnos'". Al final Trump tuvo suerte y el tiempo les dio una tregua el sábado por lo que la boda se llevó sin ningún contratiempo en el club de golf propiedad de Trump en Mar-a-Lago en Florida.