Al igual que muchas personas alrededor del mundo, incluidas infinidad de celebridades, la actriz Megan Fox y su novio, el rapero Machine Gun Kelly , aprovecharon los días cercanos a Halloween y el propio lunes 31 de octubre para ponerse distintos disfraces y representar situaciones fantásticas con la particular característica –en el caso de esta pareja– de hacerlo todo muy sexy.
¿Descuido? Meghan Fox deja al descubierto TODO con su disfraz de Halloween
De esta forma, la actriz de 36 años y el músico de 32 se convirtieron en Pamela Anderson y Tommy Lee, según dejaron ver en unas fotografías que Megan compartió en su cuenta de Instagram hace unos días, para después irse al extremo y transformarse en algo así como una dominatrix al servicio de un sacerdote, tal y como lo mostraron imágenes que aparecieron en sus redes sociales el pasado domingo.
Sin embargo, la nota más alta de este par la dieron sus disfraces de elfos con los que salieron a celebrar la noche de Halloween, en el restaurante Delilah ubicado en West Hollywood.
Y es que al abandonar el lugar, además de que los fotógrafos pudieron captar a detalle a Megan Fox y Machine Gun Kelly, con sus orejas puntiagudas, guantes, botas y otros elementos como una corona de flores que llevaba la actriz y una espada en manos del rapero, también fueron testigos del pequeño accidente que sufrió la actriz con su vestuario.
Al salir del restaurante, la noche del lunes, y mientras caminaban hacia su coche, las lentes de los paparazzi captaron el momento en que la parte frontal del vestuario de Megan se despegaba demás de su cuerpo y dejó ver que la actriz de Transformers, Tortugas Ninja y Diabólica tentación no llevaba ropa interior.
Cuando Megan finalmente subió al coche y se acomodó en el asiento trasero del mismo, su expresión parecía denotar que la ex esposa de Brian Austin Green sabía perfectamente lo que había sucedido pues –incluso– se le ve cubrir su cuerpo con el brazo izquierdo para evitar que ocurrieran nuevas “revelaciones” antes de alejarse del lugar.
Y es que el diseño del disfraz de Halloween de Megan Fox era básicamente una “trampa mortal”, pues si bien el top era ajustado y con tirantes, mantenía todo en su lugar; pero la parte baja era una falda larga compuesta por una cola con dos aberturas para las piernas y una parte frontal que caía sobre la entrepierna pero dejaba expuesta demasiada piel, lo que dio origen al percance.