El actor Kit Connor, de 18 años, ganó gran popularidad por su participación en la serie Heartstopper, en la que da vida a un joven estudiante, la estrella del equipo de rugby y el amor platónico de muchas de sus compañeras, tiene un romance secreto con otro adolescente de su clase.
Nick Nelson, como se llama su personaje, experimenta un torrente de emociones contrapuestas en el transcurso de su relación con Charlie Spring, a quien encarna el actor Joe Locke.
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Además de disfrutar del romance de estos jóvenes y de ser testigos de los conflictos internos que viven los protagonistas, muchos de los espectadores no tardaron en especular en las redes sociales con la propia sexualidad de los intérpretes.
Algunos de los usuarios más extremos han llegado a acusar a la serie de Netflix de queerbaiting, esto es, de apelar directamente al público homosexual al tiempo que recurre a actores heterosexuales para abordar tales temas, una medida, por otro lado, concebida para forzar a los artistas a aclarar cualquier duda sobre su orientación sexual.
En el caso de Kit Connor, la estrategia surtió efecto. El joven británico echó mano de su cuenta de Twitter para anunciar que es bisexual, una "salida del clóset" en toda regla con la que, sin embargo, no se siente demasiado satisfecho.
Y es que Connor asegura que fue obligado a hacerlo debido a la presión recibida en redes sociales. "Vuelvo por un minuto. Soy bi. Enhorabuena por forzar a un chico de 18 años a 'salir del clóset'. Creo que algunos de ustedes no han entendido el mensaje de la serie. Adiós", escribió en su perfil.
back for a minute. i’m bi. congrats for forcing an 18 year old to out himself. i think some of you missed the point of the show. bye
Aunque quiso dar más detalles sobre el detonante de su decisión, hay que recordar que hace unos días salieron a la luz unas fotos en las que Connor aparecía paseando de la mano junto a la también actriz Maia Reficco. Esas imágenes intensificaron los ataques contra el actor a cuenta del mencionado queerbaiting.
La creadora de Heartstopper, Alice Oseman, expresó rápidamente su apoyo a la estrella de la serie, criticando además a esa sección de la opinión pública que parece haberse obsesionado con los aspectos más íntimos de las celebridades, exigiéndoles total transparencia como si se tratara de un imperativo moral.