Lorde provocó la euforia de las almas que se dieron cita en el Pepsi Center para su primer concierto en Ciudad de México, tras una ausencia de cuatro años. La neozelandesa ofreció lo mejor de su repertorio y tuvo un gesto con sus fans que esperaron por varias horas para ingresar al recinto de la colonia Nápoles.
Luego de ver que sus seguidores estuvieron lo mismo bajo el rayo del sol, que en el frío, con el caótico clima de CDMX, la estrella quiso mostrar su agradecimiento y les envió un rico postre, muy mexicano: churros, nada menos que de El Moro, por lo que en redes sociales se hizo viral su detalle.
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Además de ese lindo obsequio, Ella Marija Lani Yelich-O'Connor, quien ahora luce una sexy melena rubia, logró que las ocho mil personas presentes, de acuerdo con organizadores, gritaran, bailaran e hicieran un coro monumental para acompañarla en cada canción. Los alaridos conforme avanzó la noche eran más ensordecedores.
Leader of a New Regime, Homemade Dynamite, Buzzcut Season, Stoned at the Nail Salon y Fallen Fruit dieron la bienvenida. "Ciudad de México, hola, buenas tardes (sic) y bienvenidos a mi Solar Power; mi nombre es Lorde y estoy muy feliz de estar con ustedes esta noche", expresó la estrella.
En ese momento hubo un problema técnico con las luces, que se resolvió rápidamente, por lo que pudo seguir con su saludo. "He pensado mucho en este show, esperamos un año para venir a México, así que gracias por su apoyo, son bellísimos; ¡vamos a cantar esta noche!". La emoción fue absoluta cuando recibió su "lluvia" de Dr. Simi y tomó uno en sus manos.
"Me dijeron que esto pasaría, ¡wow!, es genial. ¡Muchas gracias! (…) No nos vemos desde hace cuatro años, así que gracias por venir, ahora tengo hasta ganas de llorar", aceptó. Arriba de una estructura que la elevaba aún más sobre el escenario también regaló The path, California, Ribs (que detuvo por un momento y la reinició), Hard Feelings, Big Star y Liability.
"¡Muchas gracias!", repitió constantemente en español, lo que hizo que todos se emocionaran aún más. A pesar de los detalles técnicos, siempre se mantuvo sonriente y con la mejor actitud. "He esperado mucho tiempo para esta noche. Te extrañaba mucho Ciudad de México, es loco estar de regreso, es muy especial para mí venir cada par de años".
Aceptó que esta noche es irrepetible porque todo cambia: las conexiones, las personas y la vida, pero mencionó, "siempre tendremos este lugar". Dedicó a la gente que "ha pasado por malos momentos" su show, "están en el lugar correcto y los superaremos juntos". La potencia de su voz y sus característicos movimientos al bailar fueron un deleite sonoro y visual.
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"¿Qué hice para merecerlos? ¡Soy tan afortunada! Es loco estar de regreso después de cuatro años, tenía 21 y era tan diferente, con ansiedad, estrés, pero aprendí mucho, a respirar y escuchar porque si lo haces el mundo se abre para ti. Si hay algún consejo que les pueda dar es escúchense, porque si se entienden ustedes mismos nunca estarán solos", expresó Lorde.
Para seguir, con varios cambios de vestuario, prometió que siempre que los mexicanos quieran "voy a regresar". Entonces ofreció Secrets from a Girl (Who’s Seen It All), Mood Ring, Sober, Supercut, Perfect Places, Solar Power (que dedicó al verano y tuvo una "lluvia" de papelitos de colores), Green Light y Oceanic Feeling, que anunciaban que el final de la velada estaba cerca.
Pero no podía irse sin ofrecer uno de sus mayores éxitos: Royals; aunque decidió que no sería la última entonación de la energética noche ya que entre los saltos, alaridos y la absoluta emoción de gente de todas edades, cerró su mágica presentación con Team y Hold No Grudge, a las 23:38 horas. "¡Qué chulada, son hermosos, los amo Ciudad de México!", gritó Lorde antes del adiós, cuando bajó entre el público y les hizo una reverencia.