La cantante Aretha Franklin , fallecida en 2018 tras una larga lucha contra el cáncer de páncreas, fue espiada por el FBI durante buena parte de las décadas de los años 60 y 70.
Como lo reveló la revista Rolling Stone, este organismo federal no dudó en husmear sus teléfonos e infiltrar informantes en su círculo más cercano para revelar supuestas actitudes "extremistas", ligadas a su vehemente defensa de los derechos de la comunidad afroamericana en esos tiempos tan agitados.