La noche del 27 de septiembre, Alejandra Guzmán sufrió una caída mientras ofrecía un concierto en el Kennedy Center de Washington donde se conmemoró el 35 aniversario de la Fundación Herencia Hispana.
La cantante interpretaba Mala Hierba cuando, aparentemente, el pie se le dobló y se desplomó sobre el escenario, por lo que personal que laboraba en el evento corrió en su auxilio y fue llevada al hospital en ambulancia.
Al día siguiente, a través de su agencia de representaciones, la rockera dijo que se encontraba bien, que se le había dislocado la cadera derecha debido a las dos prótesis que tiene, pero que ya estaba fuera de peligro.
A través de un audio que envió al programa Ventaneando, la hija de Silvia Pinal agradeció al público por preocuparse por ella y por sus oraciones y así actualizó su estado de salud.
“La verdad es que tengo mucha suerte porque sólo se me dislocó la cadera. En Estados Unidos me hicieron el favor de ponérmela donde tenía que estar”, dijo Alejandra Guzmán.
“Nunca me imaginé que echándole tantas ganas y estando tan emocionado me fuera a pasar. Es normal con dos prótesis, no nada más es una. Gracias, no se preocupen, todo está bien”, añadió.
Dijo que una vez que los médicos se lo permitan, volverá a los ensayos para retomar los conciertos que tiene previstos en noviembre.
“Estoy en buenas manos. Gracias a Dios, no hubo fractura. Sí me dolió bastante, pero corrí con suerte de no hacerle daño a la bolita que tengo que es de cerámica. Todo bien, gracias por el apoyo y por el amor”, concluyó.
