Tom Cruise trató de reclutar a David Beckham , así como a otros muchos rostros conocidos, para nutrir de nuevos fieles a la polémica iglesia de la Cienciología, esa especie de híbrido entre fe religiosa y devoción por lo empírico que ha sido calificado de secta por su hermetismo y por la entrega absoluta a la que se ven sometidos sus fieles.
Eso es lo que se desprende de un nuevo libro que ahonda en la organización, escrito nada menos que por Mike Rinder, quien fuera alto cargo de este culto.